Una investigación periodística reveló que hasta 95 por ciento de los narcolaboratorios incautados por el Ejército estaba en desuso o abandonados.

La investigación, realizada por la agencia Reuters y publicada por el diario Reforma, confirma que México está decomisando solo un puñado de laboratorios activos de drogas por mes, pese a la presión de Estados Unidos para acabar con el tráfico de fentanilo.

Reuters informó en marzo que México había revisado drásticamente al alza el número de redadas de laboratorios desde que López Obrador asumió el cargo en diciembre de 2018, al incluir en su lista de incautaciones cientos de establecimientos inactivos.

Entonces, no se pudo establecer qué porcentaje de los laboratorios allanados estaban operativos cuando fueron decomisados.

UN FIASCO

Ahora, datos de la Secretaría de la Defensa (Sedena) obtenidos por la agencia muestran que, de los 527 laboratorios asegurados por el Ejército en los primeros siete meses del año, sólo 24 estaban “activos”.

También revelaron un patrón similar en los primeros cuatro años y medio del gobierno de López Obrador, con laboratorios inactivos que representaron 89 por ciento de las mil 658 redadas del Ejército desde que el tabasqueño asumió el cargo hasta agosto pasado.

Los datos no especificaban cuánto tiempo habían estado fuera de uso los laboratorios.

Reuters señala que asfixiar el flujo ilícito de fentanilo procedente de México se ha convertido en una prioridad para el presidente estadounidense Joe Biden.

El jefe de la Casa Blanca ha aumentado la presión al gobierno de López Obrador para que intensifique la búsqueda de laboratorios clandestinos.

CIFRAS INFLADAS

Guillermo Valdés, jefe del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) de 2007 a 2011, dijo que agregar laboratorios inactivos -que pueden haber estado abandonados durante años- al recuento de incautaciones tuvo el efecto de inflar el historial de López Obrador ante la presión de Washington.

“La Sedena está tirando su prestigio alterando las cifras. ¿Quién les va a creer después de esto?”, cuestionó Valdés, quien ha criticado la estrategia de seguridad de López Obrador.

Casi todos los laboratorios enumerados en el conjunto de datos de la Sedena a agosto pasado estaban etiquetados como instalaciones de metanfetamina y no se les relacionó con fentanilo.

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