En medio de la peor crisis de abastecimiento de gasolina en el país, millones de litros de gasolina importada de Estados Unidos están detenidos por la incapacidad logística de Pemex para descargarla.

Esta retención le está costando millones de pesos diarios a la empresa productiva del estado debido a que los buques-tanque estadounidenses están fondeados en el Puerto de Pajaritos, de Coatzacoalcos, Veracruz, en espera de entregar los pedidos, según informó la agencia de noticias Reuters.

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La titular de la Secretaría de Energía, Rocío Nahle, de visita el jueves a la refinería de Minatitlán, Veracruz, dijo desconocer que haya una contingencia de descarga de gasolinas al afirmar que “sí hay producto” en todo el país y que todo se está distribuyendo en pipas.

“No tenemos conocimiento de que haya una contingencia en la descarga de gasolina. Sí hay producto, sí estamos comprando producto, eso sí, las terminales están llenas, bueno no llenas, tenemos mucho producto y se está moviendo”, consignó la prensa veracruzana.

Según información de la agencia Bloomberg, al menos 15 buques cisterna con 2.3 millones de barriles de gasolina, diésel y turbosina estaban esperando la tarde del miércoles 9 de enero en Pajaritos para ser descargados, y algunos de ellos han estado ahí desde el 25 de diciembre.

Bloomberg publicó que hay además otros 14 buques tanque con 3.5 millones de barriles a la espera de ser descargados en Tuxpan y siete más con 840,000 barriles están en Tampico. La sobreestadía, o las tarifas por detener a las embarcaciones más tiempo del programado, ascienden típicamente a entre 22,000 y 24,000 dólares diarios.

La agencia Reuters indica que estos cuellos de botella para la descarga del combustible importado se crearon tras las órdenes del Gobierno federal mexicano de cerrar los ductos para limitar las pérdidas por el extendido robo de combustible.

La agencia informativa añade que, con almacenamiento limitado en México, la decisión del Presidente Andrés Manuel López Obrador de cerrar los oleoductos y trasladar el combustible principalmente por tren y pipas ha frenado el transporte, causando largas filas para los consumidores y desacelerando las entregas en puertos, donde languidecen más de 7.2 millones de barriles de combustible, suficientes para casi cinco días de consumo en México.

Al citar operadores y datos de Refinitiv Eikon, Reuters indica que la distribución del combustible a las estaciones se ha desacelerado en los últimos años debido al cambio de transportación por pipas, que es mucho menos eficiente.

Las terminales marítimas de Pemex no están drenando los inventarios a su ritmo acostumbrado, creando también retrasos en la descarga de los buques tanque, dijeron los operadores citados por Reuters.

Datos de Eikon citados por la agencia indican que los nueve buques tanque fondeados en Tuxpan están cargados, además de gasolina y otros combustibles, de gas licuado de petróleo (LPG).

A medida que han crecido las limitaciones para importar combustible por barco, la subsidiaria comercial de Pemex, PMI, ha pedido a los proveedores que envíen combustible por ferrocarril desde Estados Unidos, añadió uno de los operadores.

“PMI está embarcando lo más posible por ferrocarril, tanto de gasolina como de diésel de sulfuro ultra bajo (ULSD). Esto se ve limitado por las capacidades de carga y descarga existentes todavía en Estados Unidos y México”, dijo el operador.

La empresa ha tenido problemas para encontrar proveedores en Estados Unidos, dijo otro operador, y añadió que la escasez de combustible en algunas áreas de México no son resultado de menores importaciones, sino causadas por tropiezos en la distribución interna.

CASI TODO ES IMPORTADO

Pemex está produciendo unos 200,000 barriles diarios de gasolina, dijo López Obrador, ligeramente más que el promedio de 171,700 barriles diarios de noviembre.

“Hay suficiente combustible en el país”, dijo López Obrador el lunes. Afirmó que los precios nacionales al menudeo no han aumentado en gran medida debido a los precios internacionales más bajos.

Pero la producción de combustible de Pemex descendió en 33 por ciento de enero a noviembre del año pasado comparado con todo 2017, y recientemente ha tenido problemas para mantener a las refinerías en servicio.

Para compensar la declinante producción nacional de combustible, Pemex ha aumentado las importaciones. Durante el año pasado hasta noviembre, compró 975,200 barriles diarios, alrededor de dos tercios del consumo de México, comparado con los 799,500 millones de barriles diarios que importó en 2016, lo cual representaba 49 por ciento del consumo.

Algunos minoristas independientes que empezaron a operar en México debido a la reforma energética están importando por separado ellos mismos. Todas las compras están haciendo a México cada vez más dependiente del combustible importado, principalmente de Estados Unidos.

Pero el país aún tiene solamente suficiente capacidad de almacenamiento para tres días de consumo, lo que causa que los cuellos de botella se estén dando rápidamente.

“Están en camino más embarcaciones contratadas en las refinerías de la Costa Oeste de Estados Unidos en diciembre, lo que causará más atolladero. Si el plan era usar pipas en vez de oleoductos para mover el producto, ha fracasado”, dijo un operador.

(Foto: Ilustrativa tomada de @energiaadebate)

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