Científicas e investigadoras están alzando la voz para derribar el prejuicio de que “la brillantez intelectual no es cosa de mujeres” y estimular el interés de las niñas en ese campo profesional.

Con una simple pregunta: ¿Sabías que un estudio observó que a los seis años las niñas comienzan a creer que la brillantez intelectual no es cosa de mujeres? Así comienza la reflexión que mujeres de diversas áreas científico-tecnológicas decidieron compartir en el marco del Día Internacional de las Mujeres y las Niñas en la Ciencia que se celebró el pasado 11 de febrero.

En Montevideo, capital de Uruguay, se puede observar esta motivación. Seis protagonistas de un video desarrollado por un conjunto de instituciones que incluye al Instituto Pasteur de Montevideo y el Instituto de Investigaciones Biológicas Clemente Estable, se busca derribar este prejuicio que es clave para que las niñas sepan que sí pueden ser científicas.

PODER FEMENINO

Si bien, más de 50 por ciento de quienes se dedican a la ciencia son mujeres, las barreras de género en el campo no son pocas, como puntualiza la doctora en Ciencias de la Atmósfera y los Océanos y docente de la Facultad de Ciencias de la Universidad de la República (Udelar) Madeleine Renom, citada por la agencia Efe.

Según cifras oficiales, las mujeres que se desempeñan en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas ganan el 26 por ciento menos que los varones y solo 5 por ciento de los hombres interrumpen sus estudios por el cuidado de niños o embarazos frente al 41 por ciento de las mujeres.

En diálogo con la agencia Efe, la química farmacéutica y miembro del Sistema Nacional de Investigadores del país, Ana Denicola, coincide con sus colegas y apunta que si bien en la Udelar -donde también es profesora- hay una “feminización” de la matrícula de ingresos, los cargos altos son en su gran mayoría ocupados por hombres.

A DERRIBAR ESTEREOTIPOS

Según Denicola, que integra la Academia de Ciencias de Uruguay (Anciu) y se desempeña como coordinadora programa “Mujeres para la Ciencia” de la Red Interamericana de Academias de Ciencias (IANAS por sus siglas en inglés) la clave para revertir esta desigualdad está en “derribar” estos estereotipos desde la infancia.

Tenemos que cambiar desde el arranque, desde el entorno familiar y derribar estereotipos, dejar de pensar que para hacer ciencia tienes que ser brillante, un genio. Es una carrera más, un trabajo más, pero las mujeres pueden hacer una muy buena contribución, no es exclusivo para hombres”, resalta.

A eso agrega que si bien cada vez hay más mujeres en las carreras de ciencias de la salud y ciencias exactas, aún son pocas las que se animan a hacer otras históricamente catalogadas como “de hombres” como las de ingeniería y tecnologías, por lo cual debe hacerse un mayor esfuerzo en esas áreas.

Denicola destaca como un avance que desde IANAS se difunda mediante biografías y artículos para adolescentes la figura de científicas históricamente relegadas y de nuevas generaciones de investigadoras que pueden servir como modelo a seguir para las niñas.

(Foto: Tomada de la agencia Efe)

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