El cinismo en su máxima expresión. El intenso flujo de hasta 6 mil camiones entrando y saliendo diario por la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM) representa “agosto” para los huachicoleros que se apropiaron de las inmediaciones de la magna obra.

El diario Reforma encontró cómo en diversos recorridos por la carretera federal Texcoco-Calpulalpan, donde pasa el grueso de camiones del NAICM, está la presencia de seis “estaciones” de huachicoleros instaladas a unos metros de las gasolineras 8389 y 5816, en el municipio de Texcoco, Estado de México.

Los huachicoleros –como se les conoce a los que ordeñan combustible de ductos de Pemex- ofrecen diésel a los transportistas del NAICM, que son fácilmente ubicados porque los camiones que operan tienen una calcomanía con la leyenda “Construyendo el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México”.

Con garrafas vacías cerca de la carretera, los huachicoleros hacen una seña a los transportistas, incluidos los que llevan carga y descarga de material.

Además, cuando empieza a anochecer, echan mano de fogatas para ser reconocidos en el trayecto, aunque también iluminan los conos de tráfico que usan a manera de distintivo del “negocio”, ya que operan día y noche, señala la información de Reforma.

“En Texcoco no hay ductos de Pemex. Lo que tenemos es un territorio de paso para los huachicoleros por el tema del Nuevo Aeropuerto, que se convierte en un mercado interesante para ellos”, afirmó a Reforma Ricardo Arellano, jefe de la Policía de Texcoco.

“El huachicolero aprovecha el tractocamión para vender diésel. Sí hay mucha compra-venta por ahí”, añadió el mando al rotativo.

En algunos casos, señala Reforma, el precio del diésel es negociable, pero en general el litro se vende en 14 pesos, 2.3 pesos más económico que en las gasolineras de la zona.

Incluso se llega a vender hasta en 10 pesos el litro.

“Si traen el camión, se lo echamos directo y, si se lo quieren llevar, traigan garrafones (…) ¿Como cuánto quieren?, tengo como 800 litros nomás”, dijo uno de los huachicoleros entrevistados por Reforma.

Durante los recorridos de 58 kilómetros, los reporteros de Reforma observaron que los camiones pueden cargar el combustible que está resguardado en tambos ubicados dentro de locales de lámina y tabique.

Juan Ciro Durán, consejero nacional de la Asociación Mexicana de Organizaciones Transportistas (AMOTAC), ha señalado que parte de los 60 mil camioneros agremiados han comprado combustible robado.

Sin embargo, no todos los transportistas compran robado ya que las gasolineras de la zona también reflejan un repunte importante en sus ventas.

La razón principal por la que compran diésel legal es porque las empresas para las que trabajan tienen convenios con gasolineras, por lo que los choferes no deciden dónde llenar los tanques, aseguró uno de los operadores que lleva tezontle para la pista 3 de la obra.

(Foto: Ilustrativa poblanerias.com)

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