Las señales de humo papales están listas. Los trabajadores del Vaticano izaron una chimenea en el tejado de la Capilla Sixtina, que se utilizará para quemar las papeletas del Cónclave que elegirá al sucesor del Papa Francisco.

La reunión secreta comienza el 7 de mayo, cuando los cardenales aislados utilizan la chimenea para comunicar al mundo exterior si han elegido a un nuevo líder de la Iglesia católica, que cuenta con mil 400 millones de fieles.

El humo negro significará que no hay decisión y el blanco anunciará que se ha elegido al 267º Papa.

Los trabajadores fijaron un tubo de color óxido sobre las tejas de terracota de la cubierta de la Capilla Sixtina, del siglo XV, conocida por sus frescos de Miguel Ángel.

ESPERA DE MILLONES

La chimenea es claramente visible desde la cercana Plaza de San Pedro, donde se espera que miles de personas se reúnan durante el cónclave para ver cómo avanza la votación secreta.

Los llamados “príncipes de la Iglesia” celebrarán cuatro votaciones diarias: dos por la mañana y dos por la tarde, salvo el primer día.

Y quemarán en una estufa las papeletas de la votación para anunciar al mundo el resultado: humo negro si no logran alcanzar la mayoría necesaria de dos tercios; blanco si “Habemus papam”.

Decenas de miles de personas en la Plaza San Pedro y millones en el mundo a través de la televisión pondrán sus ojos en el cilindro marrón estrecho, a la espera del gran anuncio.

(Fotos: Tomadas de Reforma)

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