Con un emotivo minuto de aplausos fue despedida la tarde del sábado la diputada federal Mayra Enríquez Vanderkam en la parroquia de San Pío en León, Guanajuato.

Decenas de personas se congregaron en el recinto que resultó insuficiente ante las muestras de cariño y pésame a la familia de la diputada federal fallecida el viernes víctima del cáncer.

“Fue una mujer fuerte, que enfrentó la enfermedad con mucha dignidad que había superado previamente. Lamentablemente ya no alcanzaron las fuerzas”, dijo el mandatario estatal Miguel Márquez a su arribo al recinto religioso.

“Fue una buena política, panista, recia, congruente con sus principios e ideales. Me quedo con eso de Mayra”, añadió Márquez.

Durante la misa, el párroco elogió la trayectoria de la diputada como persona, como madre, como amiga y como servidora, siempre poniendo el ejemplo de entrega y quien debe estar satisfecha de haber cumplido su misión.

Al término de la misa, Luis Alberto, hijo de la diputada, dirigió emotivas palabras al afirmar que “algún día” esperaba “llegar a ser la mitad de lo que fue mi madre”.

Un minuto de aplausos fue colofón de despedida de la diputada que nunca dejó de pelear por un país mejor.

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