En la industria del turismo hay muchas fórmulas para la innovación, pero lo importante es no confiarse.

Así quedó de manifiesto en el taller vivencial “Dinámica del Comportamiento”, impartida en el municipio de San Miguel de Allende a 40 servidores del sector turístico.

Alberto García, subsecretario de empleo y formación laboral de la Secretaría de Desarrollo Económico Sustentable del Estado (SDES), indicó que en la industria del turismo es indispensable diferenciar entre el producto y el atractivo; especialmente unir esfuerzos que lleven al sector a convertirse en una verdadera cadena productiva a través de la ruptura con viejos esquemas (paradigmas) y competencia colaborativa.

Por convocatoria de la Dirección de Fomento Económico y Turismo, asistieron los representantes de 30 empresas del gremio, entre hoteles, operadoras de viajes, gastronomía, recreación y bienestar.

Fueron los mejores ejemplos de la importancia del servicio, pues como parte de la dinámica, les prestaron una “mala” atención durante el desayuno-taller, para que entendieran “vivencialmente”.

Todo parte, dijo Alberto García, de contar con reglas claras; cada empresa o profesional del servicio, debe contar con una mística y cumplirla al pie de la letra. Luego, convertirse en líder, a través de constantes capacitaciones y para reforzar, “ya no permitamos que las ideas surjan sólo del jefe, sino también de quienes prestan el servicio”.

Ello, explicó, lleva a un conocimiento integral de la empresa y de sus productos, que más allá de la “competencia” ahora se trata de colaborar.

“El beneficiado no es quien presta el servicio solamente, sino quien lo recibe; quien se siente bien recomienda tres veces, comprobado; pero si tiene un mal recuerdo, lo sabrán 10 personas más y repercutirá más allá”, les dijo en su mensaje.

Invitó a crear una mística, para generar pertenencia; de tal forma que la cadena se vuelve productiva, colaborativa y virtuosa.

Dijo que el peor peligro que corre el sector turismo es confiarse, que sabe que cuenta con atractivos que naturalmente hacen llegar a los visitantes y que debe cuidarse especialmente el producto, especializarlo y proyectarlo.

A eso, sumó el romper con viejos esquemas o paradigmas que estancan procesos y la transformación de cada empresa y por tanto del sector.

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