Operan generalmente en la Ciudad de México, pero su modus operandi se está replicando en varias partes de provincia, donde hay altas concentraciones de vehículos.

Son los llamados “monta choques”. Estos sujetos extorsionan trabajan con el entendido de que “el que pega paga”.

Así, de acuerdo con información del diario Reforma, estos grupos de delincuentes fingen choques e intentan defraudar a las víctimas con montos que van de los 5 mil hasta los 50 mil pesos.

Reforma cita a Luis Rodríguez, quien es el coordinador general de la Policía de Proximidad de la Zona Poniente de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) y documentó cómo operan estos sujetos.

Pese a que las denuncias mediante redes sociales han incrementado, las denuncias ante la Fiscalía General de Justicia (FGJ) de la CDMX son escasas, dijo Rodríguez a Reforma.

Agregó que quienes fingen estos accidentes traen, sobre todo, autos de lujo o modelos recientes, como BMW, para amedrentar a la víctima, a quien le hacen creer que le saldrá más caro llamar al seguro o ir con un juez cívico, por lo que lo “mejor” es arreglarse en el lugar. Así obtienen dinero en efectivo.

COMO SI FUERA UNA OFERTA

Primero, usan la seducción como si se tratara de una oferta. Le dicen a la víctima que les entreguen cierta suma de dinero y el problema queda arreglado.

Si se resiste, usan la agresión verbal y en el último caso, los golpes para intimidarlos y conseguir su objetivo.

En lo que va del año han sido detenidas 11 personas, nueve hombres y dos mujeres por presuntamente fingir un choque en las Alcaldías de Iztapalapa, Miguel Hidalgo y Tlalpan de la Ciudad de México, de acuerdo con la SSC.

TOMA NOTA, ASÍ OPERAN

Operan, principalmente, en vías primarias, avenidas principales, sin semáforos, para facilitar el choque simulado.

  • Las autoridades han detectado este modus operandi en avenidas como Circuito Interior e Insurgentes Norte.
  • Debido a la instalación de cámaras, estos grupos buscan bajopuentes para no ser grabados.
  • Además, eligen a sus víctimas cuando están distraídas, van escuchando música, viendo el celular y, de acuerdo con reportes, revisan en plataformas si los automóviles tienen los seguros vigentes.
  • Cuando detectan a su objetivo, cambian intempestivamente de carril con una velocidad de 50 o 70 kilómetros por hora, en una vialidad sin semáforos y en la que se permiten velocidades más altas para lograr que el conductor se impacte detrás del presunto estafador.
  • Se trata de una colisión posterior, en la que es difícil saber quién fue el responsable y la tendencia es que fue el carro que pegó, detalló Rodríguez.
  • En algunos casos hay otros participantes, automovilistas supuestamente ajenos que se detienen y les dicen a las víctimas que les conviene pagar en el lugar, porque ellos ya tuvieron un imprevisto de ese tipo y les sale más barato hacerlo así, además de la pérdida de tiempo y que en el Ministerio Público no les resuelven.
  • En caso de emergencia, las autoridades recomiendan llamar al 911.

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