James Matthew Bradley Jr., el chofer de 60 años, de Clearwater, Florida, que ingresó a inmigrantes ilegales a San Antonio, Texas, podría enfrentar pena de muerte bajo cargos criminales.
El chofer espera audiencia ante una corte federal para enfrentar cargos de transportar a inmigrantes ilegales con fines de lucro y que resultó en la muerte de varios de ellos, informó la cadena ABCNews.
Bradley ha dicho a investigadores que el traíler había sido vendido y que solo lo transportaba de Iowa a Brownsville, Texas, y que no sabía que había personas adentro hasta que se estacionó enfrente de un Walmart en San Antonio y fue a hacer sus necesidades fisiológicas.
Un pasajero contó a los investigadores que él y otras personas cruzaron ilegalmente la frontera hacia Estados Unidos con una balsa y luego llevados al tráiler para ser llevados a San Antonio.
Este domingo, los residentes de San Antonio celebraron una vigilia en honor a las nueve víctimas fallecidas en la Catedral de San Fernando.
Decenas de personas mostraron su consternación por los decesos. José Luis González, a un inmigrante mexicano que llegó a Estados Unidos cuando tenía 9 años, dijo que asistió a la misa porque estaba realmente conmovido.
“La gente quiere venir aquí para vivir el sueño americano”, dijo el inmigrante a la cadena ABC.
En el evento, también estuvo el diputado demócrata por Texas, Joaquín Castro, quien lamentó las muertes y dijo que se pudieron hacer evitado.
La Cónsul de México en San Antonio, Texas, Reyna Torres Mendivil, confirmó que varios mexicanos figuran entre los nueve muertos y 31 sobrevivientes.
No obstante, dijo que no estaba en condición de precisar el número de connacionales involucrados en el incidente ni de informar sus identidades, hasta que se notifique a sus familiares, informó el diario Reforma.