Al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) no solo le faltan pasajeros y aerolíneas, sino que además coordinación en su interior y, para rematar, está llena de protagonismos.

Así quedó de manifiesto en un texto escrito por su director, general Isidoro Pastor Román, quien alertó sobre “protagonismos” y descoordinación entre mandos militares de esa terminal aérea, consignó el diario Reforma.

“Hago de su conocimiento que el suscrito ha observado que, no obstante las constantes disposiciones emitidas por esta Dirección General para fomentar la cohesión entre cada una de las áreas que forman parte de esta empresa, se siguen presentando evidencias que demuestran que aún persiste la falta de comunicación asertiva y coordinación integral a nivel directivo”, señala el documento.

Esta falta de coordinación queda expuesta en la atención de “eventos diversos que se presentan, dada la naturaleza y razón de ser de esta empresa de participación estatal mayoritaria”, añade el general de Brigada retirado en un oficio dirigido a la dirección jurídica del AIFA.

FUERA PROTAGONISMO

“Se hace un atento recordatorio en el sentido de que deben olvidarse protagonismos”, expuso el mando en el oficio fechado en febrero de 2025 y del cual Reforma posee copia.

Empleados civiles y militares explicaron por separado que los mandos castrenses de distintas direcciones imponen sus propias órdenes, lo que provoca un “cuello de botella” en la toma de decisiones y la afectación en las operaciones de la terminal aérea.

Con esto, el personal trabaja bajo tensión, oculta errores para que no lo sancionen y hasta percibe que la conducta de los subordinados es objeto de persecución.

“Durante el último año (2024) la toma de decisiones ha comenzado a concentrarse en los niveles altos, lo que ha generado cuellos de botella y retrasos en la implementación de cambios o mejoras operativas”, denuncian los empleados citados por Reforma.

El texto es parte de una carta que enviarán a la presidenta Claudia Sheinbaum para exponer la situación al interior de la terminal aérea.

“Este fenómeno es especialmente evidente en el retraso de algunas decisiones que requieren la ‘autorización’ de los mandos más altos, incluso cuando se trata de tareas cotidianas que deberían ser resueltas a niveles más bajos”, señalan los empleados.

PERSONAL PASIVO

También advierten que el personal subalterno ha dejado de asumir riesgos, abandona la proactividad y permanece únicamente a la espera de indicaciones específicas.

Las decisiones se toman con base en la jerarquía militar y no en valoraciones técnicas, aseguran.

Hace unos meses, se dio una situación en la que una decisión operativa de un mando militar resultó en la compra de equipo innecesario, por encima de las recomendaciones de expertos civiles que trabajaban en el aeropuerto, aseguran.

El AIFA tiene unos 80 mandos en diversas áreas, en su mayoría castrenses, y más de 700 empleados militares y civiles, además de personal de seguridad de la Guardia Nacional.

(Fotos: Tomadas de Reforma y Líder Empresarial)

Compartir