Hasta la fecha, la mayoría de las misiones espaciales tripuladas han sido realizadas por hombres, y solo una pequeña proporción de los astronautas han sido mujeres.

Estados Unidos es el país que más astronautas ha enviado al espacio, con un total de 339, de los cuales solo 55 han sido mujeres.

A nivel mundial, la proporción de mujeres astronautas es aún más baja, ya que solo 4 de los 121 astronautas de la URSS/Rusia han sido mujeres y ningún otro país ha enviado más de dos mujeres al espacio, reporta el informativo DW Español.

Ahora, esta disparidad podría cambiar: según un nuevo estudio científico, a la hora de enviar seres humanos a Marte, sería prudente plantearse enviar solo a mujeres, al menos al principio.

SON MÁS PRÁCTICAS

Según el estudio, publicado en Scientific Reports, más allá de una reparación moral por décadas de desigualdad, la razón corresponde a una cuestión práctica: las mujeres serían tripulantes más eficaces en misiones espaciales de larga duración, ya que necesitarían menos recursos.

La idea no es nueva. En la década de 1950, el general de brigada Donald Flickinger y el Dr. W. Randolph Lovelace II, del Comité Especial de Ciencias de la Vida de la NASA, sugirieron que sería más práctico enviar mujeres al espacio exterior desde el punto de vista de la ingeniería.

Argumentaron que son más aptas para los vuelos espaciales en casi todos los aspectos en comparación con los hombres biológicos.

AHORRAN PESO Y RECURSOS

Argumentaban que la misión sería más eficaz debido al menor peso corporal de las mujeres y a su necesidad de oxígeno y calorías, lo que permitiría ahorrar peso y recursos. Asimismo, se pensaba que sus sistemas reproductivos estaban más aislados de la radiación y eran menos propensas a sufrir infartos que los hombres.

Sin embargo, la NASA y las Fuerzas Aéreas decidieron no seguir esta recomendación.

Ahora, un nuevo estudio sugiere que puede ser ventajoso que los astronautas sean principalmente mujeres.

HOMBRES AUMENTAN MÉTRICAS

El análisis examinó las necesidades de hombres y mujeres en misiones espaciales más largas, incluyendo el consumo de oxígeno, el gasto de energía, la producción de dióxido de carbono y la necesidad de agua, para determinar el astronauta óptimo.

Se descubrió que, en los hombres, el tamaño corporal por sí solo aumenta todas las métricas significativamente, incluyendo un aumento de 30 por ciento en el gasto de energía total, 60 por ciento en el consumo de oxígeno, 60 por ciento en la producción de dióxido de carbono y 17 por ciento en la necesidad de agua.

Esto se traduce en un considerable ahorro de recursos.

Una misión espacial de mil 80 días tripulada por cuatro mujeres necesitaría mil 695 kilos menos de alimentos que una misión exclusivamente masculina.

(Fotos: Tomadas de DW Español)

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