Con motivo de la entrega del Oscar y el fabuloso reconocimiento a Guillermo del Toro, me gustaría expresar una opinión importante. La Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas (encargada de entregar los Oscar), desde el año 2000 ha tenido una constante premiación a mejor película, a trabajos con una fuerte carga de técnica, complejidad y arte. Fue a partir del año 2006 cuando la Academia dio un cambio donde la apertura cultural sería importante al premiar Brokeback Mountain, una historia del género LGTB que daría inclusión a esta comunidad. En 2009 se repite la historia al premiar una película desarrollada en India, con una trama bien lograda y actuaciones destacables, un reconocimiento muy merecido y nuevamente, una bienvenida al cine hecho en una cultura tan enriquecida como lo es la hindú. No es hasta 2014 que este mensaje se vuelve más fuerte, cuando es premiada 12 Years a Slave, una dura y cruda historia sobre la esclavitud de la gente afroamericana en Estados Unidos durante los años 1800’s, siendo una mancha en la historia de este país que aún da mucho de qué hablar con los recientes levantamientos racistas y xenófobos desde la llegada de Trump. A partir de ese año, los ganadores a mejor película han sido aquellos trabajos que tocan un tema social importante y delicado: homosexualidad, pederastia, racismo, y dos más que son de trabajos de personajes mexicanos, Birdman (2014) y The Shape of Water (2018). Muchos creen que la Academia evita elevar las críticas negativas al ser políticamente correcta y otorgar estos premios a quienes ellos consideran, les dará la facilidad de lograr dicho cometido. Opino y sugiero verlo diferente, es un mensaje para generar un cambio, que el cine es no únicamente de los estadounidenses, que los directores, cinematógrafos, actrices, actores, y tantísimos talentos más, están del otro lado de los muros que quieren levantar. Bravo por Del Toro, Iñárritu, Cuarón, Lubezki, Nyongo y todos aquellos que tienen raíces en México y han destacado en un mercado tan reñido como lo es el cine. Compartir
