En 20 años, México ha perdido 736 mil hectáreas de bosques primarios, lo suficiente para cubrir casi cinco veces su capital, Ciudad de México, confirman datos de la plataforma de monitoreo satelital Global Forest Watch (GFW).

Y esto es solo algo más del 15 por ciento del total de cobertura forestal perdida, unos 4,7 millones de hectáreas, consigna información de DW Español.

El país aún no se ubica en la lista de los diez que más bosques primarios han perdido en el mundo, donde lidera Brasil, seguido de otros vecinos latinoamericanos como Bolivia (3), Perú (5) y Colombia (6).

Pero el avance de la deforestación en México tiene causas y consecuencias significativas dentro y fuera de sus fronteras.

PAÍS “MEGADIVERSO”

Con más de 70 por ciento de su territorio (138.7 millones de hectáreas) cubierto por algún tipo de vegetación forestal, según datos de la Comisión Nacional Forestal (Conafor), México es uno de los 12 países “megadiversos” que albergan el 70 por ciento de la flora y fauna del planeta.

“De todo el país, la zona más afectada es la Península de Yucatán”, con un suelo kárstico muy delgado y poroso, dice a DW Español, Yuri Peña Ramírez, investigador del Colegio de la Frontera Sur (Ecosur), en Campeche, uno de los estados más deforestados de México, junto a Chiapas, Quintana Roo, Yucatán y Veracruz.

LA POBREZA, UN FACTOR

Entre las causas fundamentales, el experto destaca la pobreza, que desata “procesos hormiga” de degradación, obligando a personas sin recursos a la tala ilegal para obtener madera o leña.

A eso se suma la agricultura de monocultivo, con agroquímicos y técnicas de “roza, tumba y quema” para el cambio de uso de suelo, practicadas -sobre todo por campesinos de origen menonita- sin los períodos de descanso acostumbrados por los agricultores tradicionales mayas.

También se suman los ciclos de incendios forestales involuntarios reforzados por el cambio climático, enumera Peña.

TALA ILEGAL DE MADERA

Sin embargo, 97 por ciento de los incendios forestales mexicanos se origina por actividad humana, especialmente por actividad agropecuaria, y solo 3 por ciento por sequías o tormentas eléctricas, apunta Viridiana Lázaro, campañista de alimentación y agricultura de Greenpeace México.

Mientras, indica, el 70 por ciento de la madera que se comercializa en el país proviene de la tala ilegal.

Otra clave está en la porcicultura, “muy incentivada por el Gobierno local de Yucatán”, destaca la experta de Greenpeace.

“El 50 por ciento del territorio nacional se usa para producir alimentos para el ganado”, y esto incluye prácticas de deforestación para la siembra ilegal de soya y maíz transgénicos, añade.

EL DESTRUCTOR TREN MAYA

Por si fuera poco, también están los megaproyectos estatales como el Tren Maya, una bandera del actual Gobierno.

“El problema no es el trazado del tren, con 50 metros por lado de la vía, sino que, como el suelo es tan delgado, no hay material suficiente para hacer el terraplén”, explica Peña, especialista en Biotecnología y Ecología de Forestales Tropicales.

Así que ese material se extrae de canteras con las que “están rompiendo parches de selva que estaban intactos”, en zonas núcleo de las reservas de Quintana Roo y Campeche, denuncia.

(Fotos: Tomadas de DW Español)

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