El estrés que se vive durante el embarazo puede influir en el sexo del bebé, de acuerdo con un uevo estudio publicado en ‘Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).

La investigación indica que el estrés, la tensión y los nervios en el embarazo reducen las posibilidades de que el feto tenga un sexo en específico.

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El estudio fue realizado por Catherine Monk, en colaboración con Columbia University e indica que las mujeres que tienen mayor estrés e hipertensión tienen mayor probabilidad de tener hijos varones y un mayor riesgo prematuro.

La investigadora indicó que los hombres son más vulnerables en el útero. Para este estudio se analizaron 187 mujeres embarazadas sumamente saludables.

“Quienes presentaban cuadros de presión arterial alta y otros signos de estrés físico o psicológico, fueron más proclives a tener niñas que varones”, aseguró el informe.

Alrededor del 30 por ciento de las mujeres embarazadas ha reportado estrés psicosocial por tensión laboral, depresión o ansiedad.

El estrés es un sentimiento de tensión física o emocional. Puede provenir de cualquier situación o pensamiento que lo haga sentir a uno frustrado, furioso o nervioso.

El estrés es la reacción de su cuerpo a un desafío o demanda. En pequeños episodios el estrés puede ser positivo, como cuando le ayuda a evitar el peligro o cumplir con una fecha límite. Pero cuando el estrés dura mucho tiempo, puede dañar su salud.

(Foto: Tomada de Pixabay)

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