El ex gobernador de Chihuahua, el priista César Duarte, no tuvo llenadera durante su mandato al frente del estado más grande del país.

Una investigación de la organización Mexicanos Contra la Corrupción e Impunidad (MCCI) publicada por el diario Reforma documentó que al menos 900 reses que fueron compradas para apoyar a pequeños productores afectados por la sequía, terminaron en ranchos de Duarte y de funcionarios de su Gobierno, como el ex titular de la Comisión de Vivienda Raúl Javalera o de familiares del ex gobernador de Nayarit Roberto Sandoval.

La investigación de MCCI revela que, a mediados de 2014, el Gobierno de Chihuahua implementó un programa especial de “repoblamiento de cría” al cruzar reses extranjeras con locales.

El plan fue importar mil 408 cabezas de ganado Hereford y Angus, por las que se pagaron 700 mil dólares, unos 11 millones de pesos, según el tipo de cambio vigente entonces, reveló la investigación publicada por Reforma.

Los animales llegaron en junio de 2015 de Nueva Zelanda a Sinaloa; 903 fueron a parar a los ranchos de Duarte y sus amigos, y 682, a Nayarit.

Sólo 145 llegaron a productores de Chihuahua, y muchos más se quedaron sin vacas y, además, perdieron una parte de los 20 mil pesos que tenían que pagar por cada res.

Las vaquillas llegaron a México como “vientres”, es decir eran hembras y venían cargadas, así que la esperanza para los pequeños productores era mayor: obtenían la vaca y una cría de las razas Hereford y Angus, destinadas a la producción de carne.

De acuerdo con investigaciones del Gobierno de Chihuahua, la intermediaria sería la Unión Ganadera División del Norte, fundada en 2005 por el propio César Duarte y por Carlos Hermosillo, quien fue diputado federal, colaborador cercano al ex gobernador priista y quien falleció el 20 de marzo pasado.

El representante legal de la Unión era Pedro Baca Gómez, sobrino de Bertha Gómez, esposa de Duarte.

El esquema para distribuir las cabezas consistía en que la Unión recibía los animales, otorgaba créditos a pequeños productores y hasta que éstos hacían el pago, se entregaban las vacas.

La ganancia que podía obtenerse de los préstamos quedaba también dentro de la financiera.

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