Con interrupciones constantes, ataques personales, poca profundidad y propuestas a medias se desarrolló el primer debate entre el presidente Donald Trump y el candidato demócrata Joe Biden.

Ambos sostuvieron beligerantes intercambios sobre la pandemia del coronavirus, la violencia en las calles, el desempleo y la manera como la Corte Suprema determinará el futuro de la atención médica en el país.

Los principales medios estadounidenses calificaron este primer encuentro cara a cara como “el más caótico de los últimos años” en el que los dos hombres hablaron frecuentemente al mismo tiempo y Trump interrumpió a Biden con tanta frecuencia que el ex vicepresidente eventualmente estalló contra el mandatario: “¿Te quieres callar?”

El hecho es que todo lo que está diciendo hasta ahora es una vil mentira”, declaró Biden. “No estoy aquí para señalar sus mentiras. Todo el mundo sabe que es un mentiroso”, le dijo tajante el demócrata.

Trump y Biden llegaron a Cleveland con la esperanza de que el debate revitalice a sus simpatizantes, incluso aunque se disputan la pequeña porción de votantes indecisos que podrían definir la elección.

DEBATE CON MIEDO

Han pasado generaciones desde que los dos aspirantes a llevar las riendas del país enfrentaron un tumulto similar, en el que los estadounidenses están temerosos e impacientes por la pandemia de coronavirus que ha cobrado más de 200 mil vidas en la nación y ha provocado la pérdida de millones de empleos.

Trump intentó controlar la conversación una y otra vez, interrumpiendo a Biden y constantemente hablando al mismo tiempo que el moderador Chris Wallace, de Fox News.

IMPUESTOS Y EL “PAYASO”

El mandatario intentó evadir las preguntas más duras — ya fueran sobre su situación fiscal y el pago de sus impuestos o la pandemia — para arremeter contra Biden.

El presidente se ganó un regaño de Wallace, quien les pidió a ambos que dejaran de interrumpirse.

Biden intentó contrarrestar al presidente, en ocasiones viendo fijamente a la cámara para dirigirse directamente a los votantes y no a Trump, señalando: “Es difícil decir algo con este payaso”.

Pero, a pesar de sus intentos por dominar la discusión, Trump estuvo constantemente a la defensiva e intentó evadir el tema cuando se le preguntó si estaba dispuesto a condenar a los supremacistas blancos y grupos paramilitares.

EVADE CONDENAR SUPREMACISTAS

“¿Cómo les quieres llamar? Dame un nombre. Dame un nombre”, dijo Trump antes de que Wallace mencionara al violento grupo ultraderechista conocido como Proud Boys. Trump no condenó a la agrupación y en su lugar declaró:

Proud Boys, apártense, esperen, pero déjenme decirles algo, alguien tiene que hacer algo respecto a Antifa y la izquierda, porque este no es un problema de derecha. Este es un problema de izquierda”.

Los insultos quedaron expuestos cuando Biden atacó el manejo de la pandemia por parte de Trump, señalando que el presidente “esperó y esperó” para actuar una vez que el virus llegó a Estados Unidos y “aún no tiene un plan”.

Biden le dijo a Trump:

Sal de tu búnker y sal de la trampa de arena”, y usa tu carrito de golf para ir a la Oficina Oval a concretar un plan bipartidista que salve a las personas.

Trump le respondió: “Déjame decirte algo Joe: Nunca habrías podido hacer el trabajo que hicimos nosotros. No lo llevas en la sangre”.

SÉ CÓMO HACER EL TRABAJO

“Yo sé cómo hacer el trabajo”, fue la respuesta solemne de Biden, quien se desempeñó durante ocho años como el vicepresidente de Barack Obama.

Los efectos de la pandemia estaban a la vista, con un amplio espacio entre los podios de ambos candidatos, y todos los invitados en la pequeña audiencia se sometieron a pruebas de diagnóstico, sin mencionar la ausencia del tradicional saludo.

Los candidatos no se estrecharon las manos ni utilizaron mascarillas en el escenario, aunque sus familiares sí portaron cubrebocas en la audiencia.

El presidente también se negó nuevamente a reconocer la ciencia del cambio climático.

EMPATE TÉCNICO

Los medios estadounidenses llevaron a cabo de inmediato encuestas por redes sociales y llamadas y telefónicas y en todas coincidían que Biden fue superior.

En general, mostraron una suerte de empate técnico, con una diferencia leve, de entre 3 y 5 por ciento, a favor del presidente.

Pero varios otros —la cadena ABC, por ejemplo— mostraron cifras que levemente favorecían al demócrata, sostenidas por el argumento de que fue el único que, aun en los peores momentos, se separó del intercambio, miró a cámara y le recordó al televidente que el debate no se trataba sobre demócratas o republicanos, sino sobre el ciudadano común.

Entre otras encuestas, las de C-SPAN y Telemundo dieron por triunfador al presidente, del mismo modo que el analista Doug Schoen en Fox News:

“Aunque, en términos de estilo, el presidente Trump fue el claro ganador: tuvo el control de la conversación y de la discusión, y si acaso no resultó presidencial, ciertamente estuvo más al mando”.

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