La historia de Juan Sierra Chacón demuestra que en Guanajuato sí se puede avanzar con estudios, empeño y motivación.

El guanajuatense radicado en el municipio de Huanímaro se enteró en el 2011 de los servicios de alfabetización, primaria y secundaria del Instituto de Alfabetización y Educación Básica para Adultos (Inaeba), por lo que decidió inscribirse.

Actualmente tiene 34 años y es director de la dirección de Desarrollo Social en Huanímaro.

Mientras cursaba el segundo año de secundaria abandonó los estudios. Reconoció su falta de compromiso por las circunstancias que se le presentaron en la adolescencia.

HABÍA MUCHO TRABAJO

“Mi papá tenía bastante trabajo y me dijo, ¡tú no quieres estudio, tú lo que ocupas es trabajar!”, recordó.

Un par de años después migró a Estados Unidos de manera ilegal. Ahí aprendió a hablar inglés y el oficio de la instalación de tablaroca. Después de cuatro años, regresó a Huanímaro, donde ha destacado por la calidad de su trabajo, oficio que aún mantiene.

Aprovechó la oportunidad de concluir su secundaria asistiendo a un círculo de estudio, donde asesores académicos de Inaeba apoyaron a él y más ciudadanos para obtener un certificado oficial.

EXAMEN Y A SEGUIR

“Estuve en clases semi presenciales ya que solo íbamos algunas horas. Fue alrededor del año 2011 cuando me acerqué y me atendieron muy bien. Creo que fueron como cuatro meses los que estuvimos en preparación, ya nada más ejecutamos un examen en lo que se terminó la evaluación”, recuerda.

Fue tan grande la motivación que, al terminar la secundaria, sus objetivos fueron más claros y concluyó la preparatoria.

Me sentí muy contento, primero que nada, conmigo mismo; en segundo lugar, porque lo creí y lo cumplí y en tercera, porque existe algo o alguien que nos puede ayudar en ese sentido”.

Para Juan, el haber sido beneficiario de Inaeba le dejó claro que la educación transforma vidas.

Compartir