A unos cuantos días de que concluya el sexenio, y sin nadie que se lo impida, el presidente López Obrador está a punto de conseguir que el Congreso apruebe el modelo de Guardia Nacional que quiso durante todo su gobierno: una institución adscrita al Ejército, con capacidad de investigar y con fuero militar.

Estas características fueron planteadas por Morena desde 2019, pero en ese entonces la presión de organizaciones sociales, especialistas y la oposición en el Senado provocaron que el partido guinda hiciera modificaciones para que la Guardia Nacional tuviera un carácter civil.

Tras casi 16 horas de discusión, la mayoría de Morena y sus aliados aprobaron en lo general y en lo particular, por 353 votos en favor y 126 en contra, el dictamen de la reforma constitucional que traspasa a la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).

Ahora se suprime su carácter civil y otorga fuero militar a sus integrantes. La minuta fue enviada al Senado de la República para sus efectos constitucionales.

GIRO DE 180 GRADOS

La oposición reclamó a Morena el giro de 180 grados. “Se dijo que la Guardia Nacional sería con un mando completamente civil. Que habría un proceso de transición de cinco años para llevar a cabo el fortalecimiento de las policías locales y de las policías municipales. Pero eso no sucedió”, arremetió el diputado panista Héctor Saúl Téllez.

Movimiento Ciudadano recordó que Morena aceptó en 2019 utilizar a las Fuerzas Armadas de manera excepcional por cinco años, mientras la Guardia Nacional se consolidaba.

Eso cambió totalmente con la reforma aprobada, pues ahora esta institución pasará a formar parte de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).

(Fotos: Tomadas de Reforma)

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