Tres jóvenes científicos ganaron el gran premio del Desafío del Vesubio por descifrar pasajes de un papiro de Herculano hasta ahora ilegibles.

Más de mil papiros quedaron enterrados y cubiertos por los escombros volcánicos cuando el Vesubio entró en erupción hace unos 2 mil años.

Se encontraban en la biblioteca de una villa romana de la antigua ciudad de Herculano y fueron descubiertos en el siglo XIX por un agricultor local, reporta el informativo DW Español.

Muchas personas han intentado leerlos desde entonces, pero la mayoría de los intentos han destruido los antiguos rollos de papiro, que han permanecido enrollados, carbonizados y frágiles, bajo tierra, durante siglos.

Los ganadores, Youssef Nader, Luke Farritor y Julian Schilliger, superaron este reto consiguiendo leer cuatro pasajes sin llegar a desenrollar los papiros.

UN GRAN TRIUNFO

Para lograrlo, utilizaron el aprendizaje automático, una forma de Inteligencia Artificial (IA) para leer el antiguo texto griego.

Nadery, Farritor y Schillinger contribuyeron de forma independiente a la comunidad de los papiros del Vesubio, y ahora comparten el premio de 700 mil dólares.

El objetivo era descifrar cuatro pasajes de texto, cada uno de al menos 140 caracteres, con al menos un 85 por ciento de caracteres “recuperables”, o legibles.

Su trabajo ha revelado lo que se cree que son textos desconocidos del filósofo Filodemo.

En el texto, Filodemo escribe sobre vivir una buena vida a través de los placeres de la belleza, la música y la comida.

Los investigadores dicen que este y futuros descubrimientos en los textos les darán una “ventana única al mundo clásico”.

CÓMO LA USARON

Los papiros se fueron “desenrrollados” digitalmente mediante tomografía computarizada (TC), o fotografías de rayos X, así como tecnología de aprendizaje automático.

En primer lugar, a finales de 2023, fueron tomadas imágenes de los pergaminos en el acelerador de partículas Diamond Light Source, cerca de Oxford (Reino Unido).

Así se obtuvieron escáneres de alta resolución de los pergaminos.

A continuación, los escáneres se convirtieron en un volumen 3D de vóxeles. Los vóxeles son píxeles tridimensionales similares a los bloques de construcción del videojuego Minecraft.

El segundo paso se conoce como segmentación. Trazaron capas arrugadas del papiro enrollado en el escáner 3D. Eso les permitió desenrollar, o aplanar, las imágenes.

El tercer paso consistió en detectar la tinta en el papiro. Utilizaron el aprendizaje automático para identificar regiones de tinta en los segmentos aplanados del papiro.

El modelo de aprendizaje automático no se entrenó para detectar letras griegas antiguas, reconocimiento óptico de caracteres (OCR) ni ningún otro modelo lingüístico.

Se limitó a detectar manchas de tinta en la tomografía computarizada, combinarlas y reconstruirlas, y donde aparecían letras era donde había escritura.

(Fotos: Tomadas de DW Español)

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