La carretera federal 57 no solo es una vía crucial que conecta al centro con el norte del país, sino que su creciente peligrosidad la han convertido en un foco rojo para conductores y la autoridad.

En ese tramo confluyen tres municipios de Guanajuato: San José Iturbide, San Diego de la Unión y San Luis de la Paz.

De acuerdo con información de la revista Proceso, citada por AM León, el problema de inseguridad, que creció con el descubrimiento de migrantes secuestrados en San Luis Potosí que procedían de Guanajuato, está golpeando a nuestro estado.

FUERA DE CONTROL

El reportaje de Proceso refiere al caso de los 23 migrantes que viajaban en un colectivo turístico desde Guanajuato y cuya desaparición hizo que las autoridades estatales guanajuatenses emprendieran una intensa búsqueda.

El caso concluyó con la liberación de 121 personas que habían sido plagiadas por integrantes del crimen organizado.

Al tiempo que es una de las rutas que más aporta a la conectividad del país, (pasa por 8 estados del país) la carretera federal 57 también concentra una elevada y diversa incidencia delictiva”, indica Proceso.

ATRACAN A CUALQUIERA

El riesgo del tráfico y secuestro de migrantes, dice el reportaje, ocurre a lo largo de toda la ruta desde la Ciudad de México hasta Nuevo León.

A lo largo de esta ruta “atracan a cualquier persona que pase por la zona”, dijo a Proceso Benjamín Gómez Salvídar, vicepresidente de la región occidente y noroeste de la Federación México-Americana de Transportistas A.C. (Fematrac).

Dijo que el riesgo de asalto ya no es solo para los transportistas, sino también para los automovilistas que circulan por la carretera.

“No es nada más en San Luis Potosí ni en Guanajuato, sino en estados colindantes con Jalisco, Querétaro y Aguascalientes”, añadió.

(Fotos: Tomadas de internet)

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