Actualmente navegando en diversas plataformas de internet me he percatado de lo viral que se están volviendo unos videos muy particulares.En la pantalla se observa a una persona (a veces hombre a veces mujer) fingiendo no tener para comer y pidiendo “una ayuda”, cuando las personas le ayudan, él “las premia”. Para que me comprendas un poco, particularmente te hablaré de un video en especial.El chico comienza a fingir no tener para comer en un restaurante, en ese momento, se dirige a un señor que labora ahí (moreno) para pedir su ayuda, (cabe señalar el único sector al que el pide ayuda es de tez morena), el hombre no duda en ayudarlo. De inmediato ante tal gesto de amabilidad, el chico saca de su cartera $3,000.00 pesos mexicanos, y se los da al señor, quién ante el acto rompe a llorar y agradece tal gesto.En los comentarios, las personas no dudan en adular y honrar tal acción, pues es un “gran acto” de humanidad.Sin embargo, no puedo evitar preguntarme ¿En qué momento este señor o las personas a las que se les ha “premiado” han expresado su necesidad de capital? ¿Por qué sólo se escoge a personas con un cierto color de piel? ¿La piel de las personas habla por ellas y por sus necesidades? ¿Tres mil pesos son suficientes para solventar una necesidad? ¿Es válido ponerle precio a la “amabilidad?Son muchos cuestionamientos, y quizá una sola conclusión; pagar un gesto de amabilidad no esta ni cerca de ser algo “humano”.Por: Andrea SánchezClick aquí para leer columna anterior.Compartir Navegación de entradasInvierten casi 40 millones en obras sociales en Santiago Maravatío Las fiestas decembrinas y las mascotas