Durante el tiroteo del pasado domingo en una iglesia de Texas, una mujer se convirtió en un escudo para proteger a sus cuatro hijos de las balas. Aunque ella perdió la vida, logró salvar a su pequeño de cinco años y a una de sus hijas.

De acuerdo con lo relatado por un amigo de la familia, Joann Ward empujó a su hija de 9 años, Rihanna, al suelo inmediatamente después de que el hombre comenzara a disparar dentro de la Primera Iglesia Bautista en Sutherland Springs, San Antonio, Texas.

Posteriormente, ella abrazó a sus otros tres hijos.

Durante el tiroteo 26 personas fallecieron, Joann y su hija Brooke, de cinco años, estaban entre quienes fallecieron en el lugar. Emily, de siete, perdió la vida en el hospital.

El hijo de Ward, Ryland, de cinco años, recibió cinco disparos y se encontraba en estado crítico después de una cirugía, informó un familiar que creó una cuenta para recaudar dinero para la familia.

En el momento del tiroteo, el esposo de Joann y padre de los menores se encontraba en casa durmiendo, esto debido a que había pasado la noche trabajando. Ahora, está pasando por el dolor de haber perdido a tres amados miembros de su familia.

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