🔊 Escuchar esto La vitamina C es indispensable para mantener funcionando de manera correcta el sistema inmunológico. Ayuda al cuerpo a mantenerse fuerte y seguro. La vitamina C ayuda a la cicatrización de heridas debido a producción de colágeno, fortalece el sistema inmunitario. Se recomienda que aumentar los niveles de vitamina C durante el invierno, ya que ayuda a luchar contra virus y bacterias, recuerda un artículo del diario Debate. El mejor momento para consumir los suplementos de vitamina C es por la mañana, indican los especialistas. Además, se recomienda que sea acompañado de una correcta alimentación. Con esto se asegura que el cuerpo comience el día con energías limpias y funcione de manera segura durante la noche, que es cuando el cuerpo no consume alimentos. SUS COMPLEMENTOS Esta sugerencia se debería seguir para los otros suplementos vitamínicos. La vitamina C se encuentra de manera natural en alimentos como kiwi, pimiento rojo, brócoli, guayaba y col de Bruselas, además de otras frutas cítricas como la naranja o el limón. La vitamina C es una vitamina hidrosoluble. Es necesaria para el crecimiento y desarrollo normales. La vitamina C se necesita para el crecimiento y reparación de tejidos en todas las partes del cuerpo. Se utiliza para: Formar una proteína importante utilizada para producir la piel, los tendones, los ligamentos y los vasos sanguíneos Sanar heridas y formar tejido cicatricial Reparar y mantener el cartílago, los huesos y los dientes Ayudar a la absorción del hierro Los antioxidantes son indispensables para: Los radicales libres se producen cuando el cuerpo descompone el alimento o cuando usted está expuesto al humo del tabaco o a la radiación. La acumulación de radicales libres con el tiempo es ampliamente responsable del proceso de envejecimiento. Los radicales libres pueden jugar un papel en el cáncer, la enfermedad del corazón y los trastornos como la artritis. Un médico puede determinar si requieres de vitamina C. LOS DAÑOS SI NO SE CONSUME Muy poca cantidad de vitamina C puede llevar a signos y síntomas de deficiencia, como: Anemia Encías sangrantes Disminución de la capacidad para combatir infecciones Disminución de la velocidad de cicatrización de las heridas Cabello seco con puntas partidas Tendencia a la formación de hematomas Gingivitis (inflamación de las encías) Sangrados nasales Posible aumento de peso debido al metabolismo lento Piel áspera, reseca y descamativa Dolor e inflamación de las articulaciones Debilitamiento del esmalte de los dientes (Foto: Tomada de Pixabay) Compartir