Ya no había nada. Ni zapatos, ni ropa. Sólo los cordones para impedir que los colectivos se acercaran a los espacios donde presuntamente estuvieron sus seres queridos y otras personas en el rancho Izaguirre en Teuchitlán.
+El miércoles, el fiscal federal Alejandro Gertz Manero había invitado a un recorrido por la zona, pero las madres buscadoras salieron decepcionadas.
“Todo se llevaron”, sólo dejaron un camino, una especie de tour guiado, para que las buscadoras pudieran “ver” dónde estuvieron recluidos sus desaparecidos, consigna el diario El Informador de Guadalajara.
“Es una burla. Esperábamos encontrar un indicio, a eso veníamos. Supuestamente había ropa, objetos, mochilas. No hay nada. ¡Es una mentada!”, reprochó Ana Rosa durante el recorrido.
7 AÑOS DE BÚSQUEDA

Ana busca a su hijo desde hace siete años y tenía la ilusión de hacer trabajos de búsqueda en el rancho, que es señalado como un centro de exterminio y reclutamiento forzado por parte del crimen organizado.
En el lugar tampoco encontraron al fiscal federal: canceló su visita a las 10:00 horas, antes de que partieran los camiones con las madres buscadoras y los medios de comunicación, de la delegación de la Fiscalía General de la República en Guadalajara hacia Teuchitlán.
Tras un trayecto de más de una hora, llegaron a una brecha sin nombre que conducía a una terracería.
Se bajaron y formaron una fila para esperar a las camionetas que los llevarían al rancho.
Pero no resistieron más ante la esperanza de encontrar alguna pertenencia de sus seres queridos e irrumpieron la valla que mantenían elementos de seguridad y emprendieron la caminata.
JUSTICIA, LA CONSIGNA

Así marcharon con un eco que imploraba justicia, empatía y piedad: “¡Hasta encontrarte!”, fue la consigna.
Caminaron un kilómetro para llegar al “Izaguirre Ranch”, como se lee en la entrada. Y comenzó el descontrol: agentes ministeriales no sabían cómo dar acceso a los buscadores.
Al final se lograron organizar e ingresaron, pero no fue lo que esperaban: “No se vale que jueguen con nuestro dolor”, comentó otra madre buscadora, quien prefirió mantener el anonimato.
Los colectivos insisten en que sí había hornos crematorios en el lugar. “Ahí hay restos, quizá de nuestros hijos”, agregó Ana.
“Venimos familias de Colima, Zacatecas, Nayarit, del Estado de México… para que nos hagan esto…”, reclamaron las madres.
Héctor Flores, del colectivo Luz de Esperanza, denunció que uno de los camiones abandonó a dos integrantes en el poblado de Teuchitlán, cuando pidieron permiso para bajar al baño.
Luego, una patrulla las apoyó y las llevó al rancho. “Era responsabilidad de la FGR llevarlas sanas y salvas. ¿Por qué las dejan en el municipio?”.
(Tomadas de El Informador y AP)