En medio de los tres días de luto por la partida de Diego Armando Maradona, en México se le recuerda por sus grandes momentos -el más feliz de su vida, según reconoció- con el Mundial de 86 y su paso como técnico de los Dorados de Sinaloa.

El Mundial de 1986 jugado en México tuvo como protagonista indiscutible al “Pelusa”. Maradona, en el esplendor máximo de su etapa como futbolista, dio su mejor exhibición en tierra azteca.

La segunda y última Copa del Mundo conquistada por Argentina es una hazaña que lleva la firma del Diego para la eternidad, pues sus excepcionales habilidades maravillaron a todos llevando a ganar la final contra Alemania.

Según relatan medios deportivos especializados, su manera de jugar en México fue abrumadora. Nunca dejó de pedir la pelota en los momentos complicados y no dejó caer a sus compañeros, dijo el periodista Carlos Mendoza.

Desde el primer juego ante Corea del Sur y las entradas criminales que le propinaron, pasando por el juego ante Italia en Puebla, así como ante Uruguay, vieron a un Diego pletórico.

EL ANTES Y DESPUÉS

El partido en cuartos de final en el Estadio Azteca ante Inglaterra marcó un antes y un después en la historia del futbol.

El más grande héroe para muchos, el autor de la trampa más grande para otros. Ese juego marca lo que fue en su vida: polarizante.

Una exhibición inigualable ante Bélgica en las semifinales que pasa casi desapercibida en la memoria colectiva, quizá por la ausencia de polémica, pero que todos los integrantes de aquel seleccionado argentino coinciden que fue su mejor partido en el Mundial, y con Maradona como epicentro.

IMAGEN VENERADA

Una de las imágenes más famosa es el momento en el que Diego carga la Copa del Mundo. Aquel fue el momento más alegre en la vida de Maradona, expresado por él mismo, y su expresión no deja ápice de duda.

Las postales bajo el inclemente sol de mediodía en México son las más veneradas por aquellos que le profesan amor incondicional al Diego, imágenes que ahora de vuelven más valiosas que nunca tras su partida de este plano.

COMO TÉCNICO, MOTIVACIÓN ÚNICA

La llegada del Diego a suelo mexicano por última vez se dio en 2018 para tomar las riendas de Dorados de Sinaloa, club entonces en competencia del extinto Ascenso MX.

Diego provenía de una experiencia no muy grata en Qatar y las credenciales recientes para hacerse cargo de un equipo, pero la familia Hank confió en la capacidad de Maradona y de lo que podía despertar su figura en los jugadores.

La apuesta fue atrevida y Diego respondió con un trabajo que hasta entonces se ponía en duda incluso en Argentina. Comenzó a ganar con Dorados y a encaminarlos hacia el título del Ascenso.

Maradona, como pocas veces, no estaba en el ojo del huracán por algún problema, sino que sorprendía a todos por el accionar de Dorados hasta llevarlos a la final del Apertura 2018 donde perdió ante San Luis.

Un semestre más tarde, Dorados demostró con Maradona en el banquillo que no fue casualidad su gran paso y nuevamente sortearon obstáculos para llegar a la final.

Pero nuevamente fue el San Luis el equipo que los dejó fuera de disputar el boleto a primera.

Maradona no continúo más y volvió a la Argentina, donde Gimnasia y Esgrima La Plata confió en su reciente éxito y lo fichó como su entrenador. Esa fue la última experiencia de Diego al filo de la cancha.

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