Se nos ha ido un leonés ejemplar que se entregó en vida y alma al futbol: Juan Ernesto “Gansito” Santillán Vázquez.Pocos personajes leoneses han dedicado tanto su vida al balompié como el “Gansito”, un forjador neto de jugadores desde los años 90, gracias a sus conocimientos, disciplina y mentalidad ganadora.El “Gansito” era hijo del mítico Agustín “Peterete” Santillán, considerado el mejor buscador de talentos y formador de futbolistas de León.Juan Ernesto heredó esa sapiencia y talento de su papá pasando de ser un jugador profesional de los Cachorros de León, el Club León, Tepatitlán y Mineros de Zacatecas hasta ser un triunfador director técnico de fuerzas básicas en las que obtuvo numerosas recompensas y satisfacciones debido a su disciplina de trabajo y profesionalismo.Pero su paso como destacado jugador de los Brujos de San Pancho le hizo ganarse el cariño, reconocimiento y simpatías no solo de sus compañeros de juego sino también de muchos técnicos.Siempre actualizado en el futbol lo mismo asistiendo a diplomados en el Centro de Capacitación de la Federación Mexicana de Futbol (Femexfut) que a los cursos de la FIFA, el “Gansito” se ganó el respeto en el mundo del futbol, porque nunca se apartó de su deporte y siempre tenía algo qué aportar.“GANSITO” PARA TODOSEstudiante del Instituto Lux y de la Universidad La Salle Bajío, Juan Ernesto se ganó el apodo de “Gansito”, dicen las anécdotas, porque después de cada entrenamiento iba a la tienda de su mamá “Doña Tita” a degustar esa conocida golosina.Con las medias enrolladas y saturadas de manchas de lodo y tierra, se sentaba en el escalón de la tienda para disfrutar su “gansito” mientras pensaba en los goles que metía minutos antes y evocaba cómo debía mejorar para el siguiente partido.Adiós a un ilustre y formador leonés que inyectó la filosofía del trabajo en equipo, los valores y la solidaridad entre las personas, una huella difícil de borrar. Descanse en paz.Compartir Navegación de entradasCalculan que votarán 12 mil guanajuatenses desde el exterior Más de mil menores han fallecido por golpes de calor