Un equipo de investigadores encontró que si una persona no puede dormir todo lo que necesita durante la semana, es probable que pueda compensarlo el mayor tiempo posible los sábados y domingos, para evitar los riesgos a la salud que conlleva la falta de sueño. [read more=”Leer más” less=”Leer menos”]

El hallazgo ofrece esperanzas a aquellas personas que no duermen lo suficiente y que por ello tienen mayores probabilidades de morir durante un cierto periodo de tiempo, afirman investigadores de la Universidad de Estocolmo que realizaron un estudio de seguimiento a más de 43 mil personas durante 13 años.

Estudios previos que analizan la falta de sueño y el riesgo de mortalidad a menudo preguntan a los participantes sobre la duración de su sueño habitual, el cual a menudo se interpreta como el horario de sueño semanal, sin embargo, los investigadores sospechaban que “esa podría no ser toda la historia”.

Para investigarlo, analizaron los datos de más de 43 mil 880 adultos, recopilados en una encuesta médica en Suecia en 1997, en la cual los participantes respondieron dos preguntas sobre la duración de su sueño, los días de semana y los días libres.

El equipo investigador rastreó a los participantes por 13 años, utilizando el registro nacional de defunciones del país y controlando los factores que pueden contribuir a la salud o al riesgo de mortalidad, como el sexo, el índice de masa corporal y el tabaquismo, consignó la agencia Notimex.

Los resultados demostraron lo mismo que estudios previos: la duración del sueño tuvo una relación con el riesgo de mortalidad, es decir que tanto el exceso como la falta de ello son factores perjudiciales para la salud.

Tanto las personas que dormían menos de cinco horas por noche y las que constantemente dormían ocho horas o más, les fue peor que a las que dormían seis o siete horas por noche, ya que tenían un 65 por ciento más de riesgo de muerte durante el periodo de estudio.

Sin embargo, las personas que equilibraron su breve sueño entre semana con uno más prolongado durante el fin de semana “no parecían tener un mayor riesgo de mortalidad”, en otras palabras: “pueden compensar los efectos perjudiciales del sueño perdido”, sugieren los investigadores.

“Realmente no podemos decir que el 100 por ciento lo hayamos probado, pero es una suposición razonable de que esto es lo que está sucediendo”, afirma Torbjörn Akerstedt, profesor de Medicina del Comportamiento en la Universidad de Estocolmo, Suecia, y principal autor de la investigación.

La corta duración del sueño se ha relacionado con numerosos problemas de salud, incluidos derrames cerebrales, enfermedades cardiacas, síndrome metabólico, hipertensión y obesidad, todo lo cual aumenta el riesgo de muerte.

Sin embargo, el vínculo entre la duración prolongada del sueño y el riesgo de mortalidad es más misterioso y puede estar impulsado por un tercer factor, como un problema de salud subyacente que no se puede medir, precisa Akerstedt en un artículo publicado este miércoles en la revista Journal of Sleep Research.

“Con un sueño prolongado, creemos que tiene que haber algo que tenga que ver con una mayor necesidad de dormir y no es saludable”, dice y agrega que un problema de salud subyacente puede ser la razón por la cual una persona duerme demasiado.

(Foto: Tomada de Notimex)

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