En esta temporada de fin de año, México resalta como uno de los países líderes en la producción de fuegos artificiales.

Si bien la pirotecnia se ha convertido en un complemento llamativo durante estas festividades, los expertos advierten sobre los riesgos para la salud auditiva asociados con su uso excesivo.

Fernando Díaz, Gerente de MED-EL, destaca la importancia de informar a la población sobre los posibles daños en los oídos causados por las explosiones de pirotecnia.

DAÑOS SEVEROS

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la exposición regular a ruidos fuertes o prolongados puede provocar hipoacusia, afectando las células sensoriales y otras estructuras del oído.

Es de suma importancia que las personas sepan el daño que las explosiones causadas por la pirotecnia pueden causar en los oídos y, sobre todo, que sepan que solo los profesionales en salud auditiva podrán dar un diagnóstico oportuno y adecuado para cada caso.

“La tecnología que existe actualmente permite contar con soluciones que ayudan a muchos pacientes a recuperar su audición, a través de implantes cocleares, que es un dispositivo que estimula directamente al nervio auditivo al transformar las señales acústicas en señales eléctricas”, enfatiza el Dr. Díaz.

PÉRDIDA DE AUDICIÓN

También destaca algunos signos que podrían indicar una pérdida de audición por traumatismo acústico:

• Zumbidos persistentes en los oídos (tinnitus)

• Dificultad para oír sonidos agudos

• Dificultad para escuchar o seguir la conversación con otras personas

• Distorsión de palabras o sonidos

• Subir el volumen de música o de la TV más de lo habitual

• Dolor de oído

• Sangrado de oído y desequilibrio

En la actualidad, existen diversos dispositivos como audífonos, implantes cocleares, implantes de oído medio, y sistemas de conducción ósea no implantables, que pueden mejorar la audición y permitir a las personas recuperar o experimentar la capacidad de escuchar.

Médicos llaman a la población a disfrutar de las festividades de manera consciente, tomando en cuenta los factores de riesgo asociados con los sonidos de gran intensidad presentes en la música con alto volumen y los estallidos de los fuegos artificiales.

(Texto y fotos: Tomados de El Imparcial)

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