Esta es la disyuntiva que están enfrentando los impartidores de justicia no solo de Guanajuato, sino de todo el país ahora que cambiaron las normas con la entrada en vigor del Nuevo Sistema de Justicia Penal.

Vayamos por partes. Guanajuato acaba de ser noticia nacional cuando un juez liberó a una persona que portaba 12 mil 113 cartuchos útiles, 9 armas largas y una corta, 4 miras telescópicas, así como 32 cargadores.

Luego Morelos fue noticia, cuando una juez liberó a siete individuos que portaban 9 armas de fuego y 359 cartuchos útiles.

Y le siguió Sonora, donde otro sujeto fue liberado tras portar 12 armas M16 con lanzagranadas, un fusil Barret calibre 50, un cuerno de chivo, 50 cargadores para Barret, 328 tiros de calibre 50 y 16 cubetas llenas de cartuchos.

¿Qué está pasando en nuestro país donde no pasa nada? Pues una seria contradicción en nuestro sistema de justicia que hoy establece que la portación de arma no es considerada un delito grave que amerite prisión preventiva oficiosa.

Sí, leyó bien. Usted puede traer un arsenal en su auto, con armas largas y cortas, y no enfrentará la prisión, porque el juez se tiene que apegar a lo que dice el Nuevo Sistema de Justicia Penal.

Y lo que es más absurdo: los jueces están dictando sus fallos frente a frente, cara a cara, de los sujetos que portaban estos arsenales en los nuevos juicios orales.

De esta aberración ya tomaron nota autoridades federales empezando por el comisionado nacional de Seguridad, Renato Sales, y gobernadores reunidos en la Conago y están presionando para cambiar las leyes.

Pero ¿cambiarán pronto? Todo indica que no, al menos a corto plazo, porque corresponde al Congreso de la Unión modificar la ley y nuestros diputados y senadores son bien conocidos por cobrar y hablar, pero no por legislar ante una emergencia así.

Así que no nos sorprenda seguir viendo más matanzas, pues como bien lo dijo Renato Sales en una visita a Michoacán: ¿ni modo que esos arsenales los usen para matar pollos?

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