Los habitantes reaccionaron actuando conforme sus costumbres y tradiciones ante el alcalde que incumplió y mintió. Fue la tercera vez en su mandato en que el alcalde Javier Delgado, del poblado rural San Buenaventura, al norte de La Paz, Bolivia, es aprisionado en un cepo como castigo por “incumplir sus compromisos”. Las imágenes de Delgado tirado en el piso mientras una de sus piernas está capturada en el cepo se volvieron virales en redes sociales.…
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