El presidente estadounidense Donald Trump abrió un nuevo frente de guerra: jugadores afros de la Liga Nacional de Futbol Americano (NFL).

El mandatario arremetió contra los jugadores de la NFL que han protestado contra el trato de la policía a los negros y la injusticia social en Estados Unidos.

Al presidente le gustaría que los dueños de los equipos despidieran a quienes se arrodillan cada vez que suena el himno nacional previo a los partidos.

Este movimiento fue encabezado por ex mariscal de campo de los 49 de San Francisco, Colin Kaepernick.

“Es una falta de respeto total a nuestro patrimonio y a todo aquello por lo que creemos y luchamos. Cuando alguien le falta al respeto a nuestra bandera, no les encantaría ver a uno estos dueños de la NFL decir ‘saquen a ese hijo de puta del campo ahora mismo. ¡Fuera! Está despedido’”, dijo Trump durante un evento político en Alabama.

NFL REACCIONA

La NFL no tardó en reaccionar y lo hizo a través del propio comisionado Roger Goodell.

“La NFL y nuestros jugadores hacen todo lo posible para crear un sentimiento de unidad en nuestro país y nuestra cultura. No hay mejor ejemplo que la increíble respuesta de nuestros equipos y jugadores ante los desastres naturales que hemos sufrido durante el último mes. Comentarios que dividen como éstos muestran una desafortunada falta de respeto por la NFL, nuestro deporte y todos nuestros jugadores, y un error a la hora de entender la abrumadora fuerza para el bien que nuestros clubes y jugadores representan para la comunidad.”

La Asociación de jugadores (NFLPA) también publicó su propia nota de prensa en la que “no pide perdón por proteger los derechos de nuestros miembros, que incluye la libertad de expresión”.

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