Mujeres privadas de la libertad en Guanajuato muestran su valía confeccionando uniformes y prendas de calidad mundial.

Son 25 mujeres del Centro Estatal de Prevención y Reinserción Social de León las que producen las prendas con potencial de exportación al mismo tiempo en que tejen una nueva vida para ellas y sus familias.

Esta loable acción se cumple gracias al respaldo de la empresa textil Mudu y de la Coordinadora de Fomento al Comercio Exterior (Cofoce).

En once centros penitenciarios estatales de Guanajuato, 38 empresas colaboran en un modelo que combina sensibilidad institucional, dignidad humana y cultura del esfuerzo.

Desde el taller textil, estas mujeres demuestran que la esperanza puede renacer desde los lugares más inesperados rompiendo ciclos de dependencia y construyendo un camino hacia la autosuficiencia.

HERRAMIENTA EN SUS MANOS

La empresa textil Mudu, ubicada en el Ceprereso de León, muestra cómo el trabajo puede convertirse en una herramienta para desarrollar habilidades y abrir posibilidades.

Las mujeres que participan en el programa han logrado transformar las dinámicas tradicionales de reclusión al generar un impacto positivo dentro y fuera de su centro penitenciario.

De manera personal, les ha permitido encontrar un trabajo estable con una fuente de ingresos.

Su trabajo facilita su proceso de reinserción y genera un proceso de desbordamiento de beneficios para sus hogares y comunidades.

Este ciclo virtuoso fomenta patrones de conducta seguros y refuerza en ellas la confianza de que son personas económicamente productivas, capaces de construir una vida independiente y generar nuevas oportunidades de empleo una vez que recuperen su libertad.

La Cofoce, por su parte, ha facilitado los vínculos necesarios para que las prendas lleguen a mercados internacionales, con lo que queda claro que la reinserción social también puede ser un motor de desarrollo para Guanajuato.

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