Con una amplia mayoría de 110 votos a favor y sólo cinco en contra, el Senado de la República aprobó una reforma constitucional que prohíbe el uso, venta y distribución de vapeadores y cigarros electrónicos.

Esta medida, incluida en las modificaciones a los Artículos 4 y 5 de la Constitución, también restringe la producción y comercialización de drogas sintéticas como el fentanilo, precursores químicos y otras sustancias tóxicas no autorizadas.

La iniciativa, parte de un paquete de reformas impulsado por el ex presidente López Obrador en 2024, ha generado un intenso debate sobre sus implicaciones para la salud pública y la regulación del mercado de estos dispositivos.

EN LO OSCURITO

El senador panista Ricardo Anaya hizo mofa y advirtió que los baños a donde acuden los senadores vapean en lo oscurito.

Anaya afirmó en tribuna que buena parte de los parlamentarios consumían esos dispositivos.

“El pleno está atascado de vapeadores y los que lo usan se van a ocultar en el baño”, sostuvo.

Enrique Inzunza, senador morenista, defendió la aprobación, pues dijo que enfrentaba un problema que afecta especialmente a los adolescentes “relacionadas con el uso de cigarrillos electrónicos, vapeadores y drogas sintéticas, con énfasis en el uso ilícito del fentanilo”.

DEBERÍAN PREVENIR

La emecista Alejandra Barrales aseguró que la reforma “busca criminalizar y penalizar el consumo de sustancias, en lugar de prevenir y regular el libre consumo”.

La reforma constitucional, además de los vapeadores, también prohibió el uso ilícito de fentanilo.

“En otras palabras, esta prohibición está equiparando el uso del vapeador con el uso de drogas como el fentanilo”, añadió Barrales.

“De verdad que el absurdo es evidente, porque aunque reconocemos que hay un daño en el uso de vapeadores, de ninguna manera se equipara con la afectación que genera el uso de fentanilo. El absurdo es evidente”, agregó.

(Fotos: Tomadas de Reforma y El Universal)

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