El colmo del cinismo. Luego de que ordeñadores provocaran la fuga de diésel de un ducto el cual fue a desemboscar a un río de Tlaxcala, los habitantes se apresuraron a recolectar el diésel para venderlo.

Según reportaron el diario Reforma y medios locales de Tlaxcala, la fuga se produjo en Puebla, pero alcanzó un canal que cruza por comunidades de los municipios de Ixtacuixtla y Tepetitla, en Tlaxcala.

El combustible derramado recorrió al menos cinco kilómetros del canal Rojano, donde lugareños lo recolectaron con botes y cubetas.

Ignacio Saavedra Jiménez, director de Protección Civil de Ixtacuixtla, expuso que la contingencia ya fue controlada, aunque el daño en la zona no ha sido resarcido por Petróleos Mexicanos (Pemex).

“Tuvimos que apoyar, porque nos informaron que hubo una toma clandestina y que el diésel se estaba yendo por el canal Rojano, entonces nos dimos a la tarea de visitar la zona, la corriente del canal venía a la mitad de su altura, venía la mitad del agua con el combustible revuelto”, expresó el funcionario, consignó Reforma.

“El olor estaba muy penetrante y se veía cómo estaba corriendo el diésel”, añadió el funcionario.

La fuga tuvo origen en la Junta Auxiliar de San Lucas Atoyatenco, municipio de Texmelucan, Puebla, donde elementos de Protección Civil y bomberos localizaron una manguera de 30 metros conectada al ducto propiedad de la paraestatal.

En el territorio que corresponde a Tlaxcala, lugareños aprovecharon para recolectar el combustible, según ellos para limpiar la zona y para autoconsumo.

En los poblados aledaños era perceptible el olor a diésel que se acumuló en el agua, así como en pasto y plantas acuáticas.

De hecho, la población de Villa Alta, donde pasa el río Atoyac, expresaron su temor de que pudiera registrarse una explosión.

El desastre ecológico en Villa Alta, la comunidad más contaminada de Tlaxcala, provocó que pobladores se manifestaran para que “se castigue a los responsables”.

(Foto: Tomada de Twitter @CimatlaxcalaTV)

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