Apodada la “hormona del estrés”, el cortisol es vital para la supervivencia humana, ya que nos permite reaccionar rápidamente frente a amenazas.

Sin embargo, cuando el estrés se prolonga y los niveles de cortisol se mantienen altos de manera crónica, sus efectos pueden ser devastadores, especialmente en la piel.

El estrés crónico provoca un aumento sostenido de cortisol en el organismo, lo que interfiere directamente con la producción de colágeno, una proteína fundamental para mantener la firmeza y elasticidad de la piel.

A medida que disminuyen los niveles de colágeno, la estructura cutánea se debilita, facilitando la aparición de arrugas, líneas de expresión y flacidez.

La elastina, otra proteína esencial que otorga flexibilidad y resistencia a la piel, también resulta afectada.

Este deterioro acelera el proceso de envejecimiento, dejando la piel más fina, frágil y vulnerable a agresiones externas.

PROBLEMAS CUTÁNEOS

Además de su impacto sobre el colágeno y la elastina, el cortisol perjudica la capacidad de la piel para retener agua, lo que provoca deshidratación y resequedad.

Asimismo, puede aumentar la producción de sebo, favoreciendo la aparición de acné.

Esta hormona también ralentiza los procesos de reparación celular y genera inflamación crónica, agravando afecciones como dermatitis, eczema o rosácea.

CÓMO PROTEGER LA PIEL

Aunque es imposible eliminar por completo el estrés de nuestras vidas, existen formas de minimizar sus efectos negativos.

Mantener niveles de cortisol equilibrados es clave para prevenir el envejecimiento prematuro de la piel.

Especialistas recomiendan adoptar hábitos saludables como:

Seguir una dieta rica en antioxidantes: Nutrientes como las vitaminas C y E ayudan a proteger la piel del daño oxidativo.

Practicar técnicas de relajación: Actividades como el yoga, la meditación o la respiración profunda son efectivas para reducir el estrés.

Usar productos cosméticos adecuados: Cremas con retinol, ácido hialurónico y vitamina C estimulan la producción de colágeno y mejoran la apariencia de la piel.

El doctor Luis Gutiérrez Serrantes, experto en medicina estética y colaborador de Marnys, subraya la importancia de un estilo de vida equilibrado que combine buena alimentación, ejercicio regular y descanso adecuado.

Además, señala que tratamientos estéticos como la mesoterapia pueden ayudar a reparar el daño provocado por el cortisol.

(Texto y fotos: Tomados de Debate.com.mx)

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