Los cambios hormonales y el paso del tiempo pueden afectar la salud ósea de las mujeres, especialmente después de los 40 años.

La menopausia, la pérdida de masa muscular y la reducción de estrógenos aumentan el riesgo de osteoporosis y otras enfermedades relacionadas.

Sin embargo, la buena noticia es que existen nutrientes que pueden ayudar a fortalecer los huesos y proteger la salud ósea en esta etapa de la vida.

Entre ellos, destacan dos vitaminas esenciales: la vitamina D3 y la vitamina K2.

CONÓCELAS A FONDO

Las vitaminas D3 y K2 son tan necesarias como aliadas para las mujeres que llegan a los 40, pues juegan un papel clave:

Vitamina D3: Es crucial para la absorción de calcio y fósforo, minerales esenciales para la salud ósea. El cuerpo la produce al exponerse al sol, pero también se puede obtener de alimentos como pescados grasos, yema de huevo y suplementos.

Vitamina K2: Activa la osteocalcina, una proteína que ayuda a incorporar el calcio en los huesos. Se encuentra en alimentos como yemas de huevo, hígado, quesos grasos, yogures y soja fermentada, y también puede obtenerse mediante suplementos.

¿CÓMO AYUDAN A LA SALUD ÓSEA?

Absorción y utilización del calcio: La vitamina D3 mejora la absorción de calcio del intestino, asegurando que este mineral esté disponible para fortalecer los huesos.

Mineralización ósea: La vitamina K2 activa la osteocalcina, que es esencial para integrar el calcio en la matriz ósea, lo que aumenta la densidad y resistencia de los huesos.

Prevención de la pérdida de masa ósea: La vitamina K2 ayuda a prevenir la pérdida de masa ósea, especialmente importante durante la menopausia cuando la densidad mineral ósea disminuye más rápidamente.

INCORPÓRALAS A TU DIETA

Es muy importante que, en la medida de lo necesario, puedas incorporar estas vitaminas en tu dieta.

Vitamina D3:

Exposición solar: Pasar 20-30 minutos al día al sol sin protector solar (con moderación).

Alimentos: Consumir pescados grasos (salmón, sardinas), yema de huevo y hongos.

Suplementos: Consultar con un médico para determinar la dosis adecuada.

Vitamina K2:

Alimentos: Incluir yemas de huevo, hígado, quesos grasos, yogures y productos de soja fermentada en la dieta.

Suplementos: Tomar suplementos de vitamina K2 bajo supervisión médica.

RECOMENDACIONES ADICIONALES

Dieta balanceada: Consumir una dieta rica en frutas, verduras, legumbres y cereales integrales para obtener otros nutrientes esenciales para la salud ósea.

Actividad física regular: Realizar ejercicio físico de forma regular, como caminar, correr o bailar, ayuda a fortalecer los huesos y reducir el riesgo de osteoporosis.

Evitar hábitos nocivos: Limitar el consumo de alcohol, tabaco y cafeína, ya que estos pueden afectar negativamente la salud ósea.

(Texto y foto: Debate.com.mx)

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