Uno de los cambios físicos más característicos de las personas de edad avanzada es la disminución de la estatura.

Este fenómeno, aunque común, puede ser una señal de alerta sobre problemas de salud subyacentes.

Hay explicaciones hacer de lo que hay detrás de este proceso natural y cómo puedes tomar medidas para mitigarlo.

La disminución de altura con la edad ocurre por una combinación de factores que incluyen la pérdida de masa ósea, el adelgazamiento del cartílago y la reducción de la masa muscular.

Estos cambios pueden variar en intensidad según factores como la genética, la alimentación y el nivel de actividad física a lo largo de la vida.

LA EDAD ÓSEA

Nuestros huesos alcanzan su máxima densidad a mediados de los 20 años, pero a partir de los 40 o 50 comenzamos a perder masa ósea de forma progresiva.

Esta pérdida puede conducir a la osteoporosis, una condición que hace que los huesos se vuelvan finos y frágiles.

Las fracturas vertebrales relacionadas con la osteoporosis pueden reducir significativamente la altura, llegando en casos extremos a pérdidas de hasta 20 centímetros.

Además de los huesos, los discos de cartílago entre las vértebras se desgastan o se deshidratan con el tiempo, lo que causa una reducción en la longitud de la columna.

Problemas posturales, como la hipercifosis, una curvatura severa de la columna superior, también contribuyen a este proceso.

Por otro lado, la sarcopenia, o pérdida de masa muscular, disminuye el soporte estructural que los músculos brindan a los huesos, lo que dificulta mantener una postura erguida y acentúa la apariencia de encogimiento.

IMPACTO EN LA SALUD GENERAL

La pérdida de altura no es solo un tema estético. Varios estudios han encontrado que está vinculada a problemas médicos graves, como enfermedades respiratorias y cardiovasculares.

Consultar a un médico ante una disminución significativa de estatura puede ayudar a identificar condiciones subyacentes que requieran atención.

  • Prevención: pasos clave para mantener la altura
  • Aunque no podemos detener completamente los efectos del envejecimiento, hay acciones que pueden reducir su impacto.
  • Realizar ejercicio regularmente es fundamental, ya que actividades como caminar, nadar o practicar yoga fortalecen los músculos y mejoran la postura. Los ejercicios de resistencia y pesas, por su parte, ayudan a mantener la densidad ósea.
  • Mantener una dieta balanceada también es clave. Consumir suficiente calcio y vitamina D es esencial para la salud ósea, mientras que una alimentación rica en proteínas contribuye al mantenimiento muscular.
  • La atención médica adecuada es otro pilar importante: medicamentos como el alendronato pueden ser útiles para tratar la osteoporosis, y los chequeos regulares permiten monitorear la salud ósea y muscular.

(Texto y fotos: Tomados de Debate.com.mx)

Compartir