A pesar de que el presidente López Obrador afirma desde Palacio Nacional, que “ya no hay huachicol”, la ordeña ilegal de gasolinas en el país se mantiene en aumento.

Estimaciones de la Onexpo Nacional, organización que reúne a los expendedores de combustibles en todo el país, indica que el robo y venta ilegal en el país se estima en unos 57.6 millones de litros diarios, consignó el diario Reforma.

Se calcula que de los 192 millones de litros diarios de gasolinas que se consumen en México, hasta 30 por ciento proviene del huachicol, añadió el mencionado diario.

Este porcentaje proviene de la ordeña de ductos para el robo del hidrocarburo o del huachicol fiscal, que es la importación de combustible bajo otras fracciones arancelarias para no pagar impuestos.

CÁLCULOS GENERALES

“El huachicol es un tema donde no se tiene información precisa de cómo está, sabemos que existe, pero es muy difícil medirlo, es alrededor del 30 por ciento de lo que se consume es el volumen que se maneja”, dijo a Reforma Jorge Mijares.

“Eso nos pega a todos, tanto a los usuarios porque empiezan a utilizar un producto que a veces no es tan limpio como una marca reconocida, pero también al fisco, con la falta de pago de pago de impuestos de un mercado ilícito que no coopera”, añadió.

El titular de la organización gasolinera destacó que no se defenderá a los empresarios que se dediquen a realizar actividades que no estén alineadas con las reglas de operación del mercado.

COMPETIDOR DESLEAL

Roberto Díaz De León, empresario gasolinero y ex presidente de Onexpo Nacional reconoció que ha aumentado el huachicol, añadió Reforma en su información.

El combustible ilegal es el principal competidor desleal de las estaciones de servicio”, puntualizó.

A su vez, Víctor Hugo Arellano, director técnico y normativo de Onexpo Nacional, dijo que también está el robo de pipas.

Ahí hay otro robo que no lo vemos mucho, pero es muy importante que es el robo de pipas, que te roben una pipa no sólo es que pierdes el volumen”.

Explicó que, para volver a sacar un permiso o una actualización de transporte, es un trámite difícil y se pierde la operatividad para transportar el combustible.

(Fotos: Tomadas del diario Reforma)

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