(Fotografía: Especial)

Una investigación científica reveló que todos los idiomas, sin importar su velocidad al hablarse, transmiten información al mismo ritmo: 39 bits por segundo. Este hallazgo sugiere que el cerebro humano está adaptado para procesar el lenguaje a una velocidad constante, sin importar la lengua que se utilice.

Seguramente todos conocemos a ese ser querido que habla “a mil por hora” mientras nosotros luchamos desesperadamente por seguir el ritmo de su conversación. O tal vez tú mismo has sido etiquetado como una “ametralladora verbal”. Pero ¿y si no fuese culpa tuya ni de tu familiar parlanchín? ¿Y si el español fuera inherentemente más veloz que otras lenguas?

Resolvamos la incógnita

Pero, antes que nada, resolvamos el misterio. Los investigadores efectivamente han descubierto que algunos idiomas se pronuncian a mayor velocidad que otros. Así que si nos centramos únicamente en la velocidad bruta –el número de sílabas pronunciadas por segundo– el japonés se lleva la medalla de oro. Según un estudio realizado en 2011 por investigadores de la Universidad de Lyon, citado por IFL Science, el japonés alcanza un impresionante ritmo de 7,84 sílabas por segundo, consignó DW México.

¿Y qué hay del español? Pues resulta que quienes sospechaban que nuestra lengua es rápida estaban en lo cierto: ocupa un impresionante segundo lugar con 7,82 sílabas por segundo, prácticamente empatado con el japonés. Le siguen el francés (7,18), el italiano (6,99), el inglés (6,19), el alemán (5,97) y el mandarín (5,18).

¿Por qué las sílabas no lo son todo? 

Lo que Pellegrino y sus colegas descubrieron fue algo sorprendente: existe una correlación inversa entre la velocidad de pronunciación y la densidad de información. En otras palabras, los idiomas que se hablan más rápido tienden a contener menos información por sílaba, informó DW México.

El japonés, por ejemplo, tiene una estructura silábica extremadamente simple, generalmente una consonante seguida de una vocal, y solo cinco vocales posibles. En cambio, el inglés, aunque tiene cinco letras para representar vocales, cuenta con aproximadamente 20 sonidos vocálicos diferentes, segúnAtlas Obscura. Y una sola sílaba en inglés puede ser tremendamente compleja: por ejemplo, la palabra “strength” es un solo bloque con múltiples consonantes agrupadas.

(Fotografía: Especial)

El cerebro humano…

Lo más fascinante de todo esto es que, según el estudio publicado en Science Advances, cuando se toma en cuenta tanto la velocidad como la densidad de información, todos los idiomas estudiados transmiten información aproximadamente a la misma velocidad: unos 39 bits por segundo, agregó DW México.

Los investigadores de la Universidad de Lyon descubrieron en 2011 que el japonés alcanzaba 7,84 sílabas por segundo, coronándose como el idioma más rápido.

¿Qué mide realmente la velocidad? 

Así que, en definitiva, todo depende también depende de cómo definamos “velocidad”. ¿Hablamos de sílabas por segundo? ¿De palabras? ¿De cantidad de información transmitida? ¿Del esfuerzo cognitivo que requiere procesar el mensaje? Como recuerda un artículo en Atlas Obscura, los lingüistas pueden medir velocidad en función del ritmo articulatorio, de la percepción subjetiva o incluso del grado de incertidumbre que se resuelve con cada sílaba, usando la teoría de la información de Claude Shannon.

En ese sentido, la cuestión se complica aún más cuando consideramos estos otros aspectos del lenguaje. Por ejemplo, algunos idiomas son más eficientes en cómo codifican la información. En español podemos omitir el pronombre personal (“yo soy” por “soy”), mientras que, según Atlas Obscura, en hebreo ni siquiera existe el verbo “ser”.

(Fotografía: Especial)

¿Cuál es el más rápido? 

La respuesta, como suele ocurrir en ciencia, es “depende”. Así que saltándonos muchas complejidades y si nos centramos únicamente en sílabas por segundo, el japonés gana. Pero si consideramos la eficiencia en transmitir información, todos los idiomas parecen haber evolucionado hacia un punto óptimo similar.

El español ocupó un impresionante segundo lugar con 7,82 sílabas por segundo, casi empatando con el japonés en velocidad articulatoria.

Así que, la próxima vez que te parezca que alguien “habla rapidísimo”, piensa que, en realidad, puede estar diciendo menos por sílaba. Y si tú hablas lento, tal vez tu idioma compense con una complejidad que hace cada palabra más rica. Porque en el fondo, como ocurre con casi todo en lingüística, la respuesta a “¿cuál es el idioma más rápido del mundo?” es: depende de a qué te refieras con rápido, añadió DW México.

Información de  Science Advances, The Economist, Atlas Obscura e IFL Science y DW México.

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