Una ola de condenas surgió en varias partes del mundo, luego de que policías españoles arremetieron contra catalanes que buscan independizarse de España.

Autoridades catalanas informaron que al menos 337 personas resultaron heridas durante los enfrentamientos con policías españoles en operativos contra el referendo independentista de Cataluña.

La policía antidisturbios española irrumpió este domingo en centros de votaciones para tratar de impedir el referendo de independencia y disparó balas de goma contra manifestantes en las afueras de un colegio electoral designado en Barcelona, donde varias personas quedaron heridas.

Los agentes dispararon las balas de goma para tratar de contener a manifestantes que buscaban impedir que vehículos de la Policía nacional dejasen el lugar luego de confiscar cajas de boletas.

El Gobierno español ordenó a la Policía que impida el proceso del referendo, que Madrid declaró ilegal, consignaron medios de prensa internacionales.

Un fotógrafo de la agencia AP vio a varias personas que habían sido heridas en las trifulcas en las afueras de la escuela Rius i Taule, en Barcelona, donde algunas personas habían votado antes del arribo de la Policía.

Manuel Conedeminas, un hombre de 48 años que trató de impedir que la Policía se fuese del sitio con las cajas de boletas, dijo que los agentes los patearon antes de disparar balas de goma.

La antimotines ingresó a la fuerza en el centro de votaciones donde el líder regional de Cataluña iba a votar en el referendo de independencia. Varias confrontaciones se suscitaron afuera del centro entre la Policía y personas que querían votar.

Agentes de la Guardia Civil con cascos y escudos usaron un martillo para romper el vidrio de la puerta delantera e ingresar en el centro deportivo de Sant Julia de Ramis, cerca de la ciudad de Girona. Al menos una mujer fue herida en el forcejeo y fue sacada del lugar por paramédicos en una camilla.

Los choques iniciaron una hora después de abrir las urnas y no mucho antes de la esperada llegada del presidente regional catalán, Carles Puigdemont.

Los empleados de las casillas que estaban dentro del edificio reaccionaron pacíficamente y comenzaron a cantar y decir lemas en desafío a la presidencia de los policías.

El portavoz del Gobierno regional catalán, Jordi Turull, dijo que el referéndum estaba en marcha en 73 por ciento, de unos 6 mil centros de voto, pese a la operación policial para impedirlo.

El Gobierno español y sus fuerzas de seguridad tratan de impedir la realización del referendo, que tiene el respaldo de las autoridades regionales catalanas, pero ha sido declarado ilegal por las autoridades españolas. Funcionarios españoles habían dicho que no se usaría la fuerza, pero que la votación no sería permitida.

 

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