Mantenernos al pendiente de cómo funciona nuestro cuerpo día a día es muy importante para evitar enfermedades graves a largo plazo.

Uno de los cambios que puedes experimentar es que después de comer te da sueño y aunque a veces se confunde con el “mal del puerco”, puede ser un síntoma de la resistencia a la insulina.

Son muchas las diferencias entre el “mal del puerco” y uno de los síntomas de la resistencia a la insulina y por eso es necesario saber cuándo hay que acudir a un médico y evitar complicaciones.

Lo primero que debes saber es por qué da el llamado “mal del puerco”. De acuerdo con la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), se trata de una somnolencia postprandial.

SE ELEVA LA GLUCOSA

La doctora Mónica Méndez Díaz, académica del Departamento de Fisiología de la Facultad de Medicina de la UNAM, explica que este fenómeno se produce cuando la glucosa en sangre se eleva tras una comida copiosa.

“Cuando consumimos alimentos, nuestro sistema nervioso central responde mediante la liberación de orexina, una hormona que nos mantiene en estado de vigilia”, dice la especialista.

“Sin embargo, al absorber los nutrientes, la glucosa empieza a disminuir la actividad de las células en el hipotálamo, provocando esa sensación de sueño”, agrega.

LAS NOTABLES DIFERENCIAS

El “mal del puerco” puede ser un indicativo de resistencia a la insulina, una condición donde las células del cuerpo no responden adecuadamente a la insulina, lo que puede llevar a niveles altos de glucosa en sangre.

Los síntomas de la resistencia a la insulina son los siguientes:

  • Cansancio constante
  • Dolor de cabeza frecuente
  • Somnolencia extrema tras comidas ricas en carbohidratos
  • Aumento de peso inexplicable
  • Manchas en la piel, conocidas como acantosis nigricans, que pueden aparecer en el cuello, axilas o ingle.

La resistencia a la insulina se agrava cuando consumimos alimentos que provocan picos rápidos de insulina, como dulces y refrescos azucarados.

Después de ingerir carbohidratos simples, el páncreas libera insulina para regular la glucosa en sangre.

Este fenómeno puede causar una caída rápida de los niveles de glucosa, resultando en hipoglucemia reactiva, que se manifiesta como somnolencia, debilidad y falta de concentración.

LA SENSACIÓN DE FATIGA

Un estudio del Journal of Clinical Investigation indica que estos picos de insulina están vinculados a una mayor sensación de fatiga.

La falta de regulación adecuada de la insulina a largo plazo puede conducir a diabetes tipo 2 y otros problemas de salud metabólica.

CÓMO EVITARLOS

Estas son algunas estrategias para manejar la somnolencia postprandial y prevenir la resistencia a la insulina:

Opta por comidas equilibradas: Incluye proteínas magras, grasas saludables y carbohidratos complejos en tus comidas. Esto ayuda a mantener los niveles de glucosa estables.

Reduce el consumo de azúcares simples: Limita la ingesta de dulces y productos procesados que provocan picos de insulina.

Haz ejercicio regularmente: La actividad física no solo ayuda a mantener un peso saludable, sino que también mejora la sensibilidad a la insulina. Se recomienda al menos 150 minutos de ejercicio moderado a la semana.

Prioriza el descanso: Un sueño adecuado es fundamental para la regulación hormonal y el metabolismo. Intenta dormir entre 7 y 9 horas cada noche.

Consulta a un profesional de la salud: Si experimentas síntomas persistentes, es importante que consultes a un médico para evaluar tu estado de salud. La detección temprana de la resistencia a la insulina puede prevenir la progresión a diabetes y otros problemas graves.

(Texto y fotos: Tomados de Debate.com.mx)

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