En Guanajuato, varios casos que por años causaron dolor y exigencias de justicia finalmente encontraron respuesta en los tribunales. Estas sentencias son resultado del valor de quienes decidieron denunciar, y del esfuerzo por acompañar su búsqueda de justicia sin rendirse. Condenado por violación en Salamanca Gracias a una denuncia oportuna, JUAN CARLOS “N” fue sentenciado a 13 años y 19 días de prisión por los delitos de violación y violación en grado de tentativa cometidos en Salamanca.El proceso judicial incluyó valoraciones médicas y psicológicas que confirmaron los hechos. El caso fue llevado ante las autoridades correspondientes, donde se presentaron pruebas suficientes para obtener una sentencia condenatoria. Además, se ordenó la reparación del daño para la víctima, quien contó con atención y acompañamiento integral durante todo el proceso. Sentencia por corrupción de menores en Salamanca En otro caso ocurrido en 2018, HUGO “N” fue condenado a 2 años y 10 meses de prisión por el delito de corrupción de menores. La denuncia ciudadana permitió iniciar una investigación que incluyó análisis de mensajes, testimonios y peritajes.El seguimiento constante permitió confirmar su responsabilidad y llevar el caso hasta una resolución judicial. También se dictó el pago de reparación del daño, en reconocimiento a las secuelas emocionales causadas. Cárcel por doble homicidio en León La desaparición de dos jóvenes en León, en julio de 2022, fue el inicio de una profunda indignación social. Sus cuerpos fueron localizados sin vida, envueltos en bolsas de plástico, con evidentes signos de violencia.El seguimiento del caso incluyó peritajes forenses, análisis de dispositivos electrónicos y revisión de cámaras de videovigilancia, lo cual permitió identificar a FRANCISCO EMMANUEL “N” y YAHAIRA MONSERRAT “N” como responsables directos.Ambos fueron condenados a 26 años y 8 meses de prisión, además del pago por reparación del daño y gastos funerarios. La justicia no llega sola: la denuncia es el primer paso Estas sentencias no son un “triunfo institucional”, sino el resultado del valor civil y el acompañamiento a las víctimas que decidieron no guardar silencio.En un país donde muchas veces reina la impunidad, cada condena es una señal de que denunciar sí puede hacer la diferencia. La justicia, aunque tardía, puede llegar. Pero para eso, es necesario romper el silencio. 📢 Denunciar salva vidas. Acompañar también es hacer justicia. Compartir Navegación de entradas Fallas en semáforos y retrasos en transporte público en León Sobreviviente al fatídico accidente aéreo de “Air India” narra los hechos del milagro