Trabajar de pie durante extensas jornadas podría tener consecuencias negativas para la salud cardiovascular, según un nuevo estudio realizado en Finlandia.

La investigación, parte del ensayo finlandés sobre jubilación y envejecimiento (FIREA), sugiere que esta postura prolongada incrementa el esfuerzo del corazón para bombear sangre, lo que puede llevar a un aumento en la presión arterial y otros problemas circulatorios.

Estos hallazgos subrayan la necesidad de equilibrar la actividad física con descansos adecuados para proteger la salud del corazón.

LOS SENTADOS Y LOS DE A PIE

El estudio monitoreó a 156 trabajadores de entre 60 y 64 años durante 24 horas, analizando el impacto de sus actividades laborales en la presión arterial.

Los resultados mostraron que aquellos que pasaban más tiempo sentados presentaban mejores niveles de presión arterial diastólica en comparación con quienes realizaban actividades físicas constantes.

Esto sugiere que la actividad física relacionada con el trabajo, como estar de pie o caminar, puede generar estrés adicional en el organismo, afectando negativamente la presión arterial.

Los investigadores concluyeron que el estrés y la tensión generados por la actividad física laboral pueden repercutir en la salud cardiovascular.

MEDIDAS PREVENTIVAS NECESARIAS

Este estudio refuerza la importancia de implementar medidas preventivas para mitigar estos efectos, especialmente para quienes deben permanecer de pie por largos periodos.

Las personas en estas situaciones enfrentan problemas como hinchazón en los tobillos, fatiga muscular y dificultades en la circulación sanguínea, lo que incrementa el riesgo de hipertensión.

Para contrarrestar estos efectos, los expertos recomiendan adoptar ciertas medidas preventivas.

  • Cambiar de postura regularmente y estirar las piernas puede ayudar a mantener activa la circulación sanguínea.
  • Además, el uso de calcetines de compresión puede favorecer el retorno venoso y reducir la inflamación en las piernas.

Estas prácticas son esenciales para quienes deben permanecer de pie durante sus jornadas laborales.

  • Otra recomendación es utilizar plantillas ortopédicas, que proporcionan mayor comodidad y alivian el dolor en los pies.
  • Escoger un calzado adecuado también es crucial; se sugiere evitar zapatos con tacón alto o de puntera estrecha y optar por modelos más anchos que permitan el movimiento libre de los dedos.

Estas medidas pueden contribuir significativamente a reducir la fatiga y el dolor en las extremidades inferiores.

  • Trabajar sobre superficies más suaves, como alfombras o césped, puede minimizar la fatiga en las extremidades inferiores.
  • Permanecer de pie durante largos periodos también se asocia con problemas musculares y articulares, como la fatiga y tensión en piernas, espalda y cuello.
  • La disminución del flujo sanguíneo en estas áreas puede provocar inflamación de las venas, aumentando el riesgo de desarrollar várices.

Además, la sobrecarga constante en las articulaciones puede derivar en trastornos reumáticos a largo plazo.

Por ello, es fundamental que las personas que trabajan de pie tomen medidas para proteger su salud cardiovascular y articular. Implementar cambios simples en el entorno laboral y adoptar hábitos saludables puede marcar una diferencia significativa en su bienestar general.

(Texto y fotos: Tomadas de Debate.com.mx)

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