El cuidado de las piernas va más allá de lo estético. Las várices y las arañas vasculares, afecciones comunes especialmente entre mujeres, pueden generar dolor, hinchazón y afectar la calidad de vida.

Aunque no sustituyen el tratamiento médico, ciertas vitaminas han demostrado ser aliadas clave para mejorar la circulación, reforzar las venas y disminuir la visibilidad de estos problemas vasculares.

Especialistas en salud vascular recomiendan incorporar vitaminas específicas que fortalecen las paredes venosas y promueven un flujo sanguíneo adecuado.

Entre las más efectivas destacan la vitamina E, la vitamina C y la vitamina B3, cada una con propiedades fundamentales para la salud circulatoria.

¿POR QUÉ SURGEN?

Las várices y las arañas vasculares surgen cuando las venas pierden su capacidad de transportar eficazmente la sangre hacia el corazón.

Esta disfunción provoca acumulación de sangre, presión interna y debilitamiento de las paredes venosas, lo que conlleva inflamación, molestias y visibilidad en la superficie de la piel.

Prevenir su aparición o frenar su avance requiere acciones concretas para cuidar la circulación y fortalecer los vasos sanguíneos desde adentro y desde afuera.

VITAMINAS ESENCIALES

Estas son las vitaminas recomendables para mejorar la circulación y la apariencia de las piernas:

Vitamina E: Es un potente antioxidante que protege las células venosas, mejora la elasticidad de la piel y contribuye a una mejor circulación sanguínea, lo que reduce la presión en las venas.

Se puede aplicar mediante aceites o cremas con vitamina E realizando masajes ascendentes en las piernas. También está presente en alimentos como aguacates, nueces y aceites vegetales.

Vitamina C: Vital para la producción de colágeno, una proteína que refuerza las paredes venosas y combate la inflamación. Además, protege contra los efectos del estrés oxidativo. Su uso tópico mediante sueros o cremas y su consumo regular a través de frutas cítricas, pimientos y fresas favorece la salud vascular.

Vitamina B3 (niacina): Actúa como vasodilatador natural, lo que ayuda a mejorar el flujo sanguíneo y disminuir la presión venosa. Además, previene la acumulación de colesterol en los vasos sanguíneos. Puede encontrarse en lociones tópicas o consumirse en alimentos como pescado, pollo y cereales integrales.

VITAMINA K: UN REFUERZO ADICIONAL

Para quienes buscan disminuir la apariencia de las llamadas “arañitas”, la vitamina K en forma de crema puede ayudar a reforzar los capilares dañados y mejorar visiblemente la zona afectada.

Si bien estas vitaminas contribuyen a la salud venosa, no sustituyen un diagnóstico ni tratamiento médico profesional.

Para prevenir y tratar várices o arañas vasculares de forma efectiva, es fundamental mantener una alimentación equilibrada, realizar actividad física regular y acudir a un especialista en salud vascular ante cualquier síntoma persistente.

(Texto y fotos: Tomados de Debate.com.mx)

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