Se estima que el Acueducto Solís en Guanajuato podría comenzar a operar en el 2029 si su construcción comienza este 2025, tal como lo establece el Plan Nacional Hídrico 2024-2030 del Gobierno federal.

De acuerdo con Enrique de Haro Maldonado, director del Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de León (Sapal), si los trabajos arrancan este mismo año, en cuatro años la obra ubicada en Acámbaro tendría la capacidad de comenzar a abastecer a cinco municipios clave del estado: León, Silao, Celaya, Salamanca e Irapuato.

La construcción del Acueducto Solís contempla una inversión aproximada de 15 mil millones de pesos y se calcula que beneficiará directamente a 1.8 millones de habitantes, recordó el diario El Economista.

La semana pasada, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y la Secretaría del Agua y Medio Ambiente de Guanajuato realizaron un recorrido para supervisar el trayecto del proyecto, que incluirá la construcción de un acueducto y una planta potabilizadora.

FINANCIAMIENTO, LA CLAVE

Uno de los puntos clave es la planeación financiera. De Haro Maldonado explicó al mencionado diario que, si se cumplen los tiempos, no será necesario endeudar a León por las obras complementarias, que incluyen el acueducto y la planta potabilizadora, con un costo estimado de mil 200 millones de pesos.

“Si logramos tener una buena planeación, podremos distribuir esta inversión a lo largo de los próximos años. Así evitamos la contratación de deuda para cubrir el costo total”, dijo el titular de Sapal a El Economista.

León y gran parte de Guanajuato enfrentan un problema de disponibilidad de agua. Actualmente, 15 de los 20 acuíferos del estado presentan déficit, mientras que el crecimiento poblacional y la actividad industrial elevan la demanda año con año.

EN SITUACIÓN CRÍTICA

A esto se suma la crisis climática, ya que la Sepal prevé que la temperatura promedio del estado aumente un grado centígrado cada tres años, lo que ya ha llevado a superar los 40 grados centígrados en varias zonas.

“Esto nos coloca en una situación crítica. Por eso debemos seguir impulsando la cultura del ahorro del agua”, subrayó De Haro.

Un punto a favor para Sapal es que 94.8 por ciento de los usuarios en León pagan puntualmente su consumo de agua, lo que brinda solidez a las finanzas del organismo operador, según su titular.

Con un ingreso total de 3 mil millones de pesos anuales, Sapal mantiene un remanente de 700 millones de pesos destinados a nuevos proyectos.

Además, se suman recursos federales, estatales y el cobro de derechos por integración de nuevos desarrollos.

(Fotos: Tomadas de El Economista y Archivo)

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