El Papa Francisco, quien ha estado enfermo de gripe, fue trasladado a un hospital de Roma para someterse a exámenes médicos.

El Sumo Pontífice, de 87 años, se declaró indispuesto de continuar con la audiencia semanal de los miércoles, reportó el Vaticano, citado por agencias de noticias.

El Santo Padre llegó al Hospital Universitario Gemelli, en la isla Tiberina de la capital italiana, a bordo de un pequeño Fiat 500 de color blanco y, tras una breve visita, se marchó escoltado en el mismo auto.

Por la mañana del miércoles, el Pontífice entró en una silla de ruedas en la sala de audiencias del Vaticano y parecía cansado mientras se dejaba caer pesadamente sobre su asiento.

Durante la celebración de la audiencia general, no hizo la lectura, argumentando que “todavía estoy un poco resfriado”.

AGOTAMIENTO VISIBLE

En las últimas semanas, había recorrido por su propio pie la corta distancia hasta su posición, pero en la última semana estuvo aquejado de una gripe leve.

Francisco canceló sus actos para el sábado y el lunes debido a la enfermedad, pero el domingo apareció como siempre para ofrecer su bendición desde una ventana que da a la Plaza de San Pedro.

La semana pasada, tosió repetidamente durante la misa del Miércoles de Ceniza que presidió en una iglesia de Roma y optó por no participar en la tradicional procesión que da comienzo a la Cuaresma.

Por estas fechas, en 2020, cuando la pandemia del coronavirus empezaba a golpear a Italia, el Sumo Pontífice sufrió un fuerte resfriado que le obligó a cancelar varias audiencias oficiales.

(Fotos: Tomadas de El Financiero y El Universal)

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