El omeprazol, conocido como uno de los medicamentos más recetados y automedicados en el mundo, está nuevamente bajo el reflector.

Un estudio publicado por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) advierte sobre las graves consecuencias del uso excesivo de este popular fármaco.

Si bien es altamente eficaz para tratar problemas relacionados con el ácido gástrico, también puede poner en riesgo la salud cuando se utiliza sin supervisión médica.

Desarrollado en la década de 1980, el omeprazol revolucionó el tratamiento de enfermedades como la gastritis, el reflujo gastroesofágico y las úlceras pépticas.

Su capacidad para inhibir la producción de ácido clorhídrico en el estómago le valió un lugar destacado en la medicina moderna.

PREOCUPAN LOS ABUSOS

Sin embargo, su masiva popularidad también lo convirtió en un blanco de automedicación, lo que ha derivado en un preocupante abuso de este fármaco.

Según la Gaceta de la UNAM, muchas personas recurren al omeprazol como una solución rápida para molestias estomacales menores, ignorando las posibles secuelas de su consumo prolongado o sin control médico.

La doctora María Jiménez Martínez, experta en farmacología clínica de la Facultad de Medicina de la UNAM, destacó que su uso crónico puede aumentar hasta 70 por ciento el riesgo de desarrollar enfermedades renales crónicas debido al daño progresivo que causa a las células tubulares del riñón.

NO PUEDES IGNORAR SUS RIESGOS

Un estudio de la Universidad de California en San Diego reveló alarmantes estadísticas sobre el impacto del omeprazol y otros inhibidores de la bomba de protones (IBP) en la salud renal:

  • Enfermedad renal crónica: 28.4 veces más probable
  • Lesión renal aguda: 4.2 veces más probable
  • Enfermedad renal terminal: 35.5 veces más probable
  • Deterioro renal no especificado: 8 veces más probable

Además, la UNAM subraya que el consumo excesivo de omeprazol puede propiciar el desarrollo de lesiones gástricas premalignas como pólipos, atrofia y metaplasia intestinal, así como aumentar el riesgo de cáncer de estómago.

Otros efectos secundarios incluyen diarrea, gases, náuseas, dolor abdominal, cefalea y deficiencias nutricionales como la falta de vitamina B12 y hierro.

(Texto y fotos: Tomados de Debate.com.mx)

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