Florida fue más allá de Donald Trump. El gobernador Ron DeSantis promulgó un amplio paquete de leyes de migración para deportar migrantes ilegales e incluso aplicar la pena de muerte a aquellos que cometieron delitos graves.

La nueva medida de Florida impone la pena de muerte para los migrantes que se encuentran en el país ilegalmente y hayan sido declarados culpables de delitos como asesinato premeditado o violación de menores.

Es una disposición que va más allá de las órdenes ejecutivas de Trump.

La aprobación de los proyectos de ley por parte de DeSantis se produjo después de que la cúpula legislativa encontró un punto medio con el gobernador, resolviendo un estancamiento de varias semanas entre los principales republicanos del estado sobre la mejor manera de apoyar las restricciones de Trump contra la migración ilegal.

SE JACTA EL GOBERNADOR

“La Legislatura de Florida ha aprobado la iniciativa más sólida en el combate a la migración ilegal de cualquier estado en todo el país”, dijo DeSantis antes de firmar los proyectos de ley.

“Estamos a la vanguardia en la resolución de la crisis de migración ilegal”, presumió el mandatario estatal republicano.

Pero las tensiones entre los aliados del Presidente y DeSantis -quien se atrevió a enfrentarse a Trump en busca de la nominación presidencial republicana- podrían no disiparse, ya que se tiene previsto que el Gobernador mantenga aspiraciones presidenciales para 2028.

APARTAN DINERO

Las medidas de Florida asignan 298 millones de dólares para contratar a más de 50 nuevos agentes que se enfocarán en materia de migración.

La propuesta también impone la pena de muerte para los migrantes que se encuentran sin autorización en el país que cometan delitos capitales.

Los demócratas y los defensores de los derechos civiles han argumentado que esa disposición es inconstitucional, citando precedentes de la Corte Suprema.

El paquete también aumentaría las penas a todos los delitos cometidos por migrantes que están sin autorización en el país y establecería un nuevo delito de ingresar al estado después de haber llegado a Estados Unidos ilegalmente.

(Fotos: Tomadas de Reforma y El País)

Compartir