La vigorexia, también llamada dismorfia muscular, es un trastorno mental caracterizado por una obsesión patológica con el desarrollo muscular.

Las personas que padecen vigorexia se ven a sí mismas como insuficientemente musculosas, a pesar de tener una musculatura desarrollada.

Este trastorno es más común en hombres jóvenes y puede llevar a comportamientos extremos para aumentar la masa muscular.

LOS SÍNTOMAS

Los síntomas de la vigorexia incluyen una preocupación excesiva por la apariencia física, pasar largas horas en el gimnasio, y el uso de suplementos y esteroides anabólicos.

Además, las personas con vigorexia pueden evitar situaciones sociales para no interrumpir su régimen de ejercicio y dieta.

Estos síntomas pueden afectar gravemente la calidad de vida y las relaciones interpersonales.

SUS CAUSAS

Las causas de la vigorexia son multifactoriales. Factores genéticos, psicológicos y sociales juegan un papel importante.

La presión social y los estándares de belleza promovidos por los medios de comunicación pueden contribuir al desarrollo de este trastorno.

Además, la baja autoestima y los trastornos de ansiedad también pueden ser factores desencadenantes.

RIESGOS FÍSICOS

Los riesgos físicos asociados con la vigorexia son significativos. El uso excesivo de esteroides anabólicos puede llevar a problemas cardíacos, daño hepático y alteraciones hormonales.

Además, el ejercicio excesivo puede causar lesiones musculares y articulares. La dieta restrictiva y el uso de suplementos pueden llevar a deficiencias nutricionales y problemas gastrointestinales.

PELIGROS PSICOLÓGICOS

Los riesgos psicológicos de la vigorexia son igualmente preocupantes. La obsesión con el cuerpo puede llevar a trastornos de ansiedad, depresión y aislamiento social.

La constante insatisfacción con la apariencia física puede afectar la autoestima y la salud mental.

En casos extremos, la vigorexia puede llevar a comportamientos autodestructivos.

TRATAMIENTO NECESARIO

El tratamiento de la vigorexia suele incluir terapia cognitivo-conductual para abordar las distorsiones de la imagen corporal y mejorar la autoestima.

En algunos casos, puede ser necesario el uso de medicamentos para tratar la ansiedad o la depresión.

La intervención de un nutricionista y un entrenador personal también puede ser útil para desarrollar un enfoque saludable hacia el ejercicio y la alimentación.

PREVENCIÓN OBLIGADA

La prevención de la vigorexia implica la promoción de una imagen corporal positiva y la educación sobre los riesgos del uso de esteroides y el ejercicio excesivo.

Es importante fomentar una actitud equilibrada hacia el ejercicio y la alimentación desde una edad temprana.

Los medios de comunicación también tienen un papel crucial en la promoción de estándares de belleza realistas y saludables.

Como se observa, la vigorexia es un trastorno serio que puede tener graves consecuencias para la salud física y mental.

Es crucial reconocer los síntomas y buscar ayuda profesional para tratar este trastorno.

(Fotos y texto: Tomados de Debate.com.mx)

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